lunes, 25 de abril de 2011

Una imagen no vale más que mil palabras


El día 23 se celebró el día de San Jorge (si, si, San Jorge. Lo de San Jordi es solo en las tierras cataloparlantes (o valenciano o mallorquín, no se me enfade nadie)). Lo digo porque hay mucha gente que escucha lo de San Jordi y no piensan que se celebra en más sitios aparte de en Cataluña, como por ejemplo en Inglaterra, donde es el patrón oficial. Para los scout de todo el mundo es un día muy especial, ya que celebran una gran fiesta de convivencia entre los grupos regionales (Adri, seguro que tus amigos scout han hecho un gran San Jorge y te han tenido en su recuerdo). Para los que no lo sepan, el Día del Libro se celebra el 23 de abril porque Shakespeare y Cervantes murieron un 23 de abril de 1616 (nuestro Miguel murió el 22, pero oye, que más da un día antes que después, no?)

Una vez hecha esta pedante y cultureta aclaración (no me tacheis de friki, esperad un poco más) hablaremos de libros, motivo principal de este post. Ya he hablado de la música que escucho (ahora he descubierto un grupo folk americano bastante interesante, llevan camisas de leñador y barbas largas, jeje) y de las pelis que me gustan (o aborrezco, que son unas cuantas). Ahora tocan los libros, que junto con los animales, son la razón de mi ser. Si juntamos estos dos temas, estamos pasando a otra dimensión en la que me metí desde que era un crío y no saldré nunca.

Soy de los que piensan que una casa sin libros es como un jardín sin flores. Cuando paso por primera vez a una casa y no veo libros en sus diferentes habitaciones, me entran los siete males. Entiendo que esto va en las costumbres de cada uno, y que si no te gustan los libros, para que vas a tenerlos, no? Lo que no puedo entender es que a la gente no le gusten los libros, con la de cosas que se pueden encontrar en ellos y que aprendes. Es cierto que en la era digital en la que estamos inmersos, Internet soluciona muchas cosas para las que antes teníamos que recurrir a los libros. Aún así, bajo mi punto de vista personal, creo que tener libros en casa es una muestra de cultura.

Mi caso personal es el de un amor pasional por los libros. Mis padres ya eran socios de Circulo de Lectores cuando eran solteros. Al casarse quedó mi madre como única socia. Se quiso dar de baja 20 y muchos años después y le dijeron que era una de las socias más antiguas de España y que le permitían seguir siendo socia aunque algún mes no quisiera pedir nada. La consecuencia de tantos años siendo socios de un club de lectura han sido cantidades ingentes de libros. Si a ello le sumas que el primogénito de la descendencia sale un poco avispadillo, aprende a leer pronto y se lo pasa bien sentadito en el patio con un libro entre las piernecillas, pues estamos listos. Todo el mundo me regalaba libros, sobre todo de animales. Con 6 años me compró mi madre una guia Blume de identificación de mamíferos europeos (para naturalista profesionales, nada de un libro para niños). Con 9 años, llegó a mis manos “EL LIBRO”. Lo pongo con mayúsculas porque se trata de mi libro de cabecera, de mesilla de noche. Se llama “Nuestro amigo el perro”, me lo regaló una prima para mi comunión y para mi es un auténtico tesoro. Os puedo asegurar que si algún día perdiera ese libro, me llevaría un disgusto absolutamente terrible. Me lo se de memoria, puedo relatar del tirón todas las razas de perros que salen, describir cada lámina con pelos y señales (forma del perro, color, si sale un dibujo o varios, si va en pagina individual o en doble página). Ese libro ha recorrido España, porque viaje que hiciéramos, ese libro venía conmigo. La portada original se perdió, tuvo que ser reencuadernado por su estado lamentable de tanto uso. Jamás lo he prestado (me tendrían que dejar un órgano vital como prenda para separarlo de mi) y aún recuerdo una noche de verano en la que lo estaba remirando mientras me comía un perrito caliente. Al morder, la salchicha con su ketchup se escurrió y cayó en el libro. Aún se puede ver la mancha amarillenta en la doble página en la que se muestra un Collie de cuerpo entero y la cabeza de un Collie Barbudo.

Ya comenté en otro post que tengo libros de todo tipo de animales, desde aves cantoras a miriápodos (ciempiés), pasando por animales de la granja, anfibios de Castilla-La Mancha, rapaces ibéricas, mariposas nocturnas, etc, etc. Un día me dio por contar los libros de mi habitación y tenía 116. Si sumamos los que había en la de mi hermano, en el salón, en el comedor, en trasteros, en cajas y demás, podríamos llegar perfectamente al millar (sin tener una habitación-biblioteca para poder tenerlos todos juntos).

Grandes momentos de mi vida han estado acompañados de libros, ya que cosas que he leído y aprendido me han ayudado a encontrar trabajo, a ligar, a entablar relaciones comerciales y a abrirme camino en la vida. Cuando vivía en Madrid leía como un loco (40 minutos de metro diarios dan para leer mucho, y el vivir solo también ayuda): en 15 o 16 meses me leí unos 75 libros, de temas muy diversos. Cuando me he cambiado de ciudad de residencia, una de las primeras cosas que he hecho ha sido hacerme socio de la biblioteca (soy socio de la de Logroño...y no vivo allí!!). Raramente dejo un libro a medias...de hecho, solo he dejado "El Señor de los Anillos", porque no puedo con el. Me encanta la novela histórica y recomendaría, sin lugar a dudas, "El Medico" (Noah Gordon), fabulosa historia. Si os queréis reír mucho muchísimo, no os perdáis "Todos los sueños del mundo", de Javier Reverte. Si buscais una historia diferente a la que nos cuenta la Iglesia Católica y queréis conocer a un Jesús de Nazaret como realmente pudo ser y a la Iglesia no le haría ninguna gracia, "Caballo de Troya" (J.J. Benítez) os soprenderá tanto como me sorprendió a mi.

Muchos no me conocéis, pero ya os digo una cosa: Un libro es un tesoro, para mi valen más las mil palabras a una imagen, ansiaría ser millonario para comprarme miles de libros que llenaran las paredes de mi casa y si algún día me queréis hacer el mejor de los regalos...por favor, que sea un libro.

9 comentarios:

  1. El señor de los anillos no esta mal...si te gusta la fantasia. A mi tambien me gustan los libros pero no tan cientificos como a ti (los cientificos los uso para estudiar, no para deleitarme) y yo tambien soy socio del Circulo y me encantan los libros (fantasia, ficcion, algo de suspense, etc...).
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Hola Alber!! No sabemos si conoces éste:

    http://www.casadellibro.com/libro-razas-de-perros-/864630/2900000879248

    Nosotras te lo recomendamos, además de otros muchos del autor.

    ResponderEliminar
  3. Ostras, y el avispadillo eras tú? A mí me gustan los libros, pero entiendo a la gente que no lee y no tiene libros. Y no me parece mal. De hecho, conozco gente que no suele leer, pero son gente que sabe de otras cosas y no por ello son menos.

    ResponderEliminar
  4. También hay gente que no lee y tiene unos libros encuadernados en oro para decorar el salón que quedan divinos de la muerte..
    Posiblemente estos últimos den más pena que los que no leen ¿no?

    ResponderEliminar
  5. Pues hombre, de todo tiene que haber en esta vida, digo yo...menos mal que yo soy de las que leen y tienen libros... uuufff¡

    ResponderEliminar
  6. Por lo que veo Ester es de tu club, sino la borrarías de tu lista de pretendientas, jeje. Lo tiene fácil a la hora de regalarte, que los chicos siempre sois más complicados para regalar.

    Besos.

    ResponderEliminar
  7. Para mi un libro lindo es Momo... era de mi padre, estaba en el trastero en medio de mil y una cosas... una historia fantástica, pero le faltaban dos páginas, menos mal que tengo imaginación y he podido imaginarme lo quee sucedía... HERMOSO! Simplemente HERMOSO! :D

    ResponderEliminar
  8. A mi me encantan los libros!!!! Me encanta leer, y también tengo muchos, muchos libros... Cada vez que me mudo, y no son pocas las veces que lo hice, y las que me quedan... Cargo cajas y cajas de libros...
    Entiendo que lo gente que no lee, es porque nunca se paró hacerlo, pues leer crea adicción. Si el libro te "engancha" no puedes soltarlo, y eres capaz de irte a trabajar sin haber dormido...
    Y reivindico el papel, las estanterías llenas de libros, las bibliotecas y las librerías, y sobretodo las viejas librerías de segunda mano, con ese olor tan especial a papel viejo...
    Un libro se se escucha en mp3, no se lee en la pantalla de un ordenador... Hay que pasar sus hojas... hay que llevarlo encima...

    ResponderEliminar