lunes, 7 de noviembre de 2011

Vergüenza nacional.

Ya escribí hace unos meses un amargo post en el que maldecía a todos los malnacidos que maltratan a los animales por el simple hecho de que no cazan como ellos quieren, ladran más de lo que ellos desean, hacen más caca o pis de lo que ellos esperaban o al final, resultan un incordio que no pensaron cuando se comprometieron a darles un hogar.

En esto últimos meses he visto imágenes y leído historias que me han puesto los pelos de punta. Cada vez son más jóvenes los maltratadores de perros, y no es raro ver a crios de 12 o 13 años cometer tropelías dignas de psicópatas. Esa edad tenían un grupo de niños que, intentando echarse unas risas, cogieron a un inocente cachorro y le pegaron la boca con pegamento rápido para posteriormente, rociarlo de gasolina. Menos mal que fueron descubiertos antes de culminar su magna obra, que sería pegarle fuego y reírse de un pobre perrito calcinado.

De entre todos los relatos leídos en blogs, facebook y demás soportes, el caso de los galgos españoles es realmente espantoso. Tan grave es el caso que ya nos han dado un toquecito administrativo desde Bruselas amenazándonos con sanciones si los casos de maltrato a perros sigue sin resolverse. Esto ha sido motivado por el gran número de adopciones de galgos rescatados de perreras españolas que se han realizado en Bélgica y que, inevitablemente, ha llegado a oídos de las instituciones y han decidido investigar.

Esta relación de amor que se torna en odio por un simple lance en una caza de liebre que se pierde es algo totalmente exclusivo de nuestros compatriotas. De las 13 variedades de galgo que existen en el mundo, solo la raza conocida como "Galgo español" es vejada, machacada de una forma despiadada por cazurros manchegos, andaluces o extremeños (y que no se me enfade nadie, pero es así). La palma se la llevan mis paisanos manchegos, que alcanzan unas cotas de brutalidad sin límites en lo que se refiere a tener a sus perros encerrados en cualquier corral a pan y agua, obligándoles a correr atados a coches durante 20 o 25 Km. para después explotarlos en carreras por duros barbechos persiguiendo una liebre. Si un día la jornada se tuerce y el galgo no rinde, su dueño, justo y noble caballero español, lo ahorcará de la rama de una encina, lo atará a una valla para que muera de inanición, irá un poco más allá y le atará una brida de plástico al hocico impidiéndole abrir la boca o algo más rápido para el verdugo, pero lento y doloroso para la víctima: una inyección de lejía en vena y el animal agonizará hasta morir.

Haciendo un rápido repaso de las razas de galgos existentes, encontramos que todos estos perros han estado íntimamente unidos al hombre, pero de forma muy diferente a como lo hacen en España:

El Galgo Afgano, esa belleza de pelo liso, ha sido utilizado como perro cazador de todo tipo de fieras y como guardián de los campamentos nómadas en Afganistán, y por ello ha sido apreciado por sus dueños hasta incluso reservar un día de fiesta para honrar a sus perros.


El Borzoi o galgo ruso fue el favorito de la corte de los zares, y pasaba su existencia tumbado en los amplios salones del Palacio de Invierno o cazando lobos por la estepa, admirado por sus dueños que los criaba por el simple placer de disfrutar de su compañía y su sofisticada belleza.

El Saluki o galgo persa era tan apreciado por las tribus nómadas de Irán que dormía dentro de las tiendas para evitar el calor o el frio, sus pies eran protegidos de las ardientes arenas, los cachorros más débiles eran amamantados por las mujeres de la tribu y eran regalados en señal de profunda amistad. Se utilizaban para cazar gacelas, viajando a lomos de los camellos hasta el momento exacto de salir a correr o colaborando en la caza con los halcones.

El Sloughi o galgo árabe tambien ha sido un apreciado cazador por las tribus del Magreb, cuya posesión estaba solamente permitida a los jefes de los clanes, que no dudaban en recorrer largas distancias para encontrar a un macho o una hembra adecuados para perpetuar su jauría con los mejores ejemplares. Eran cuidados para tenerlos siempre en optimas condiciones para la caza.

El Azawakh es el galgo de los Tuareg. Por siglos ha sido empleado en la cacería de persecución, guardián, perro de compañía y símbolo de orgullo de las tribus que lo crían. Este perro tampoco se vendía, la tribu no conseguía nada ganando dinero y perdiendo a un perro que les era de una utilidad vital en el desierto.

El Irish Wolfhound es un gigante irlandés peludo y bonachón. Ya era usado por las tribus celtas en Irlanda para cazar lobos y proteger los rebaños. Hoy en día es un excelente compañero, una de las razas más dóciles, muy apreciado por su amor a los niños, a pesar de que sería capaz de comérselos de un bocado (es el perro más grande del mundo). Es tan tan bueno que no se recomienda como perro guardián porque lo engañarían con unas caricias.

El Deerhound o galgo escocés fue el perro más habitual de la nobleza escocesa desde los tiempos de los romanos. Eficacisimo para la caza del ciervo en las zonas pantanosas de las Highlands, era y sigue siendo también un perro leal, noble y afectuoso. A pesar de que la entrada en liza de las escopetas lo puso en peligro de extinción, se hicieron grandes esfuerzos por mantener viva esta raza, simbolo de una nación.

El Greyhound es un galgo inglés, muy parecido a nuestro pobre Galgo Español. Esta raza de perro se ha considerado tan valiosa a lo largo de la historia que hubo un tiempo en el que el pueblo llano tenía prohibido poseerla. Solo nobles y reyes tenían potestad de poseerlos. Bien es cierto que en inglaterra se realizan carreras con estos perros, pero en canódromos acondicionados, no en el reseco campo manchego. Son como un caballo purasangre pero en versión canina, siendo muy valorados por sus dueños. Aparte de ello, es considerado como una grandísima mascota, divertido, curioso, amante de los niños y muy fiel. Yo he visto un par de buenos ejemplares de greyhound y son realmente admirables!!

El Chart Polski es el galgo de pelo corto más grande y fuerte. Procedente de las llanuras de Polonia, es un perro utilizado desde hace miles de años para cazar lobos. Muy poco conocido fuera de su pais, es considerado, como todos los galgos en todos los paises excepto en España, un excelentisimo animal de compañía y un buen perro protector de la familia.

El Magyar Agar es otro desconocido galgo, este procedente de Hungría. Es el símbolo de la caza en su país, acompañando a los nómadas magyares en sus largas batidas, por lo que desarrollo unas características especiales para la carrera de largo recorrido. Al mismo tiempo, y como todos los galgos, es un excelente compañero en el hogar, serio pero leal, afectuoso pero buen guardian.
.
Las dos últimas razas de galgo son el Whippet y el Levriero Italiano. Ambos son dos galgos de talla pequeña, el Whippet utilizado para carreras en canódromo pero tambien como mascota, ya que es un perro que necesita pocos cuidados y ofrece dinamismo, actividad, juego y lealtad. El Levriero es el miniatura de la familia, un perrín de pocos kilos, delgadito pero fuerte y resistente, mascota muy pija y divertida. Nadie se atreve a hacerle daño.

Y ahora que?? Porque todos los paises que tienen un galgo dentro de su historia lo han tratado como a un rey, respetándolo por todo lo que les ofrecía, cuidándolo como un tesoro, solo reservado para la gente importante, como simbolo de lujo, prestigio y poder?? Porque tiene que estar España en el último lugar de esta lista, siendo el unico pais que maltrata a sus galgos con las atrocidades más inhumanas que se pueden imaginar?? Se calcula que en España mueren ahoracados y envenenados 50 mil galgos al año.


A veces me da vergüenza ser español...