lunes, 13 de septiembre de 2010

La familia que mea unida, permanece unida


Y es la pura verdad, no hay nada como sentirse comodo a la hora de hacer las cosas más básicas de la vida, como es el caso de hacer pis: te sacas la pilila, te agachas un poquito o levantas la pata, cada uno que elija lo que mejor le convenga. Mira tu que tenía yo a los belgas como gente seria y formal y mira por donde me salen...

No conformes con el famoso Manneken Pis y sus multiples disfraces, tambien hemos descubierto en la ciudad a su hermana, la Jeanneke Pis. Está la muchachita con sus graciosas coletas y el culete al aire, meando tan feliz, dentro de una hornacina con reja y todo. Pero claro, como no hay dos sin tres, un poco más alejado esta Zinneke Pis, el perro de la parejita, que tambien se dedica al noble arte de la micción callejera.

Pues eso, que ya estoy de vuelta de mis vacaciones en Belgique - België (por si no teníamos en Pamplona tema bilingüe con el castellano y el euskera, nos vamos a un pais donde ese tema está elevado a la máxima potencia, juas, juas). Ahora necesito unas buenas vacaciones para recuperarme de mis vacaciones, porque estoy totalmente roto. Como la Estertxu y yo somos así de peculiares, dedicamos nuestras vacaciones a explorar ciudades, a dejarnos llevar por donde nuestro instinto nos diga, a levantarnos más temprano que cuando estamos trabajando y a meternos en la cama a las 11 de la noche, porque el cuerpo nos dice basta. Eso si, somos felices así, enriquecemos nuestra curiosidad y nuestro espíritu, al mismo tiempo que mi nueva camara de fotos ha tenido un gran estreno con más de 1200 instantaneas y mis conocimientos de la lengua flamenca se han enriquecido una barbaridad!!

La verdad es que lo hemos pasado de lujo. Le hemos dado al ojo un cojón, que era de lo que se trataba. La playa y el tocamiento de huevos no es para mi. La vida es demasiado corta como para dejarla pasar por delante de tus ojos sin hacer nada mientras la arena se te mete hasta en el intestino grueso (si llego a viejo ya ire con el Imserso a las costas españolas).

El campamento base estaba situado en Bruselas, en un ghetto hindo-africano-magrebi. Es así de literal, porque no se veia un ciudadano occidental en muchos metros a la redonda. Eso si, para nosotros no fue ningun problema. Somos gente sin prejuicios, que no nos metemos con nadie, y de esa manera, nadie se metió con nosotros, ni intentaron cambiarme a Ester por un par de camellos ni nada de nada.

El hotel ofrecia un servicio de traslado gratuito al centro de la ciudad y a la estacion de tren Zuid-Midi, por el tema de que la gente no andara sola por el barrio debido a la "mala" fama de este. Yo sabía de este servicio, pero el caso es que no comentamos nada y creo que hemos sido los únicos huespedes del hotel que se cruzaron el barrio mas de 15 veces en diferentes direcciones, incluso de noche. El resto de turistas esperaban pacientemente como ovejitas que el pastor-conductor de la furgoneta del hotel les recogiera a las 10 de la noche para llevarles a un hotel sencillote del todo, sin conexión a internet y con una tele cuyos canales eran en francés o en flamenco, mientras que mi moza y yo disfrutabamos de unas cervezas Leffe de 9º en la Rue des Chapeliers, una de las calles más concurridas de las que desembocan en la Grand Place, haciendo fotos de las variopintas gentes que por alli pasaban y pasandolo en grande.....y todo por no querer ir andando por un barrio en el que te cruzas de vez en cuando con algun moro o algún congoleño...

Desde Bruselas hicimos excursiones, cada dia a un lugar: Amberes, Lovaina, Malinas, Gante. Las excursiones eran por nuestra cuenta, en trenes, tranvias o autobuses, mezclados con las gentes del lugar. Los dos últimos días los pasamos en Brujas, ciudad maravillosa donde las haya, probablemente, la ciudad más bonita de cuantas haya visto. Las demás tampoco se quedan atrás, todas tienen algo que ofrecer a sus visitantes.

Bruselas es la gran capital, de Belgica y de Europa. Ciudad cosmopolita, moderna y clásica al mismo tiempo, con multitud de lugares muy bellos, sobresaliendo entre todos la Grand Place. Es impresionante, no hay palabras para describirla: grandiosa, magnifica, bella, vital, colorida, monumental...

Amberes es la cuna de Rubens y gran ciudad flamenca despues de Bruselas. Su Grote Markt es inmensa y su catedral, la más grande de todos los Paises Bajos, con una torre interminable. Es el primer centro productor de diamantes del mundo, ya que 8 de cada 10 diamantes proceden de Amberes. Cerca de la estación de tren (una joya autentica) hay decenas de tiendas de diamantes....con unos tipos de lo más corrupto en las puertas y con unos coches que de legales tienen bien poco.

Lovaina es una ciudad universitaria desde el siglo XV, con un "Stadhuis" o ayuntamiento medieval impresionante y mucha vida estudiantil. Fuimos un lunes y coincidió con un día de fiesta en el que se rememora la victoria contra unos vikingos invasores hace mil años. Y justo ese era el unico lunes del año que abria la iglesia gótica de la Grote Markt. Como dato que me pareció curioso fue la cantidad de perros de razas "raras" que vi: un braco hungaro, un dogo de Burdeos, un Mastín Napolitano, un Drentse Patrijshond (perdiguero holandes), etc

Malinas es un ciudad muy cuca, con un buen numero de bonitas iglesias goticas y un montón de pequeños rincones ideales para hacer fotos en plan nostalgico-romanticón. Nos sorprendió mucho esta ciudad, no nos la esperabamos tan mona.

Gante es una de las joyas de la corona flamenca...pero ese día el tiempo lluvioso y las obras en la ciudad nos chafaron un poco la visita, por lo menos al principio. Luego se arreglo el día y disfrutamos con la visita a un castillo-palacio medieval que me dejó alucinado (merecio la pena pagar los 8 euros de la entrada). Tambien su colección de iglesias medievales y su campanario Belfort son imprescindibles.

Por ultimo, Brujas, de la que tante se habla y con razón. Dicen que es la ciudad más bonita del mundo, y yo podría corroborar que si no es la más bonita, estaría cerca de ello. Es un autentico lugar de ensueño, como sacada de un cuento. Es un placer pasear por sus calles medievales llenas de paz, con el sonido de fondo de los cascos de algun caballo tirando del carro de los turistas, habilmente dirigidos por chicas, con sombrerito elegantemente ladeado y flores en la oreja, jeje. Apenas se oyen coches, porque hay mas bicicletas que coches. Eso me dejó maravillado, patidifuso...y cuando esta mañana he cogido mi bici para irme a trabajar, me he sentido de puta madre!!!

Continuara.....

3 comentarios:

  1. Me alegro de que el viaje haya ido tan bien. Tu narración me ha dado ganas de visitar Bélgica, sobre todo Brujas. Voy a buscar si sale en algún programa de Españoles por el mundo, jeje

    Un saludo

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  2. Yo volvería en Navidad, sin dudar... pertrechada de un buen abrigo y botas, pero volvería. Nos ha encantado, eh Albertxu?

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  3. Hola hola hola....!!!! que bien suena todo. Oye... y tu gata? espero que todo bien.Besitos

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