miércoles, 15 de septiembre de 2010

Cronicas flamencas


Cuando visitas otro pais, es inevitable hacer comparaciones odiosas entre tu pais de origen y el que estás visitando, o al menos yo lo hago. En el caso belga, me pongo de mala leche pensando en lo que deberiamos aprender en España de otros paises. Si bien es cierto que en España somos únicos para acoger a la gente, somos abiertos, nos va la fiesta mogollón y tenemos buena fama allende nuestras fronteras por eso de que el sol nos da la vida y eso va en nuestro caracter, en otros aspectos nos queda muuuuuucho para parecernos, por ejemplo, a los belgas (y a los americanos, por supuesto).

Tema conocimiento de idiomas: Es realmente "ENVIDIABLE" ir a un pais en el que todo el mundo habla inglés sin ser su lengua nativa. Hablan inglés perfectamente, aparte, claro está, del francés. Y si subimos a Flandes, además de inglés y francés hablan flamenco. Y si nos acercamos al sur de Bélgica, hablan alemán. Y la gente de edad más avanzada, que tuvieron un plan de estudios serio, hablan francés, flamenco, inglés y alemán. Y encima, para tocar más los cojones, llegas todo indeciso a una cafetería de Malinas, te rompes la cabeza para averiguar que misterioso ingrediente de un bocadillo sera el "SLA" (en flamenco), preguntas en inglés, te responden que es LECHUGA, le digo a la Estertxu en castellano que SLA es LECHUGA y la estupenda camarera flamenca me dice en un perfecto castellano de Valladolid: ¡¡ahh, sois españoles!! Mogollón de belgas flamencos hablan castellano, pero con una perfección acojonante. Luego me pongo a pensar en cuantas tiendas de España los dependientes hablaran inglés de una manera fluida, porque en Bélgica TODOS los dependientes de las tiendas hablaban inglés, dando igual su condición social, edad, aspecto, etc.

Son gente maja los belgas. Si alguien nos veia en la calle un poco desorientados con el mapilla, se acercaban a ver si podian indicarnos o echarnos una mano. Te desean que pases un buen día, te preguntan de que ciudad vienes, tienen las calles impolutamente limpias y poseen un sentido de la estética en las tiendas realmente impresionante.

Los comercios más corrientes, como una zapatería, una óptica o una simple freiduría de patatas, parecían autenticas boutiques. Nunca habíamos visto tiendas tan modernas y tan bien decoradas.
Lo de las tiendas de chocolate ya era algo de otro mundo. Ninguna joyería de las que yo haya visto se asemejaba un ápice a las tiendas de chocolate de Belgica: Godiva, Neuhaus, Leonidas, Pierre Marcolini y muchas más que me dejo en el tintero. Situación exclusiva, locales inmensos, climatizados, con una imagen corporativa y unos embalajes dignos de premio. Vitrinas expositoras inmensas, pilas enormes de bombones colocados por tamaños, por gama cromática, por tipo de relleno...pralinés, brochetas de fresones cubiertos de chocolate negro, mazapanes de frutas....arrhhg, era realmente horrible, y estupendamente caros carísimos!!!

Ester y yo, como buenos turistas que se integran allá donde van, hemos cumplido con la pentalogía belga en plan gastronómico: patatas fritas (frites), mejillones, cerveza, chocolate y gofres. Tambien probamos otros platos como las "carbonnades a la flamande", que son una carrilleras de ternera guisadas con cerveza tostada y sabe de puta madre. Lo de las patatas fritas es algo superior a lo que podamos imaginar. Que una simple patata frita sepa tan rica es sorprendente. Todo el mundo patateaba a cualquier hora y los que más, los nativos. Ayer leí que hay en toda Belgica 5000 kioskos de patatas fritas, lo que hace una idea de la pasión por el tubérculo en el pais de Tintín y los Pitufos.
De la cerveza para que hablaros. Todos los días caian una o dos buenas copas de Leffe, Kwak, Brugge Slotz, Maes o cualquiera de la mas de 300 variedades que se pueden encontrar.
Los mejillones fueron un gran descubrimiento, presentados en raciones de 1 kg en una olla guisados con apio y vino blanco. Estan muy muy ricos, y si algún dia vais a Bruselas, no dejeis de buscar "Chez León", es uno de los mejores sitios para comerlos. Existen un mundo molusco aparte de los mejillones al vapor y a la vinagreta...
Y los gofres...pues mira, para muestra, la foto que habreis visto al inicio, los comentarios sobran...

Como ya comenté antes, ha sido un gran viaje, sin sentirnos para nada extraños en ningún sitio. Todo han sido caras amables, excepto en la catedral de San Bavón en Gante, en la cual Quasimodo, reencarnado en un vigilante simplón y con mala leche, no nos dejó hacer fotos, para no pillar ni un cachito de la joya del templo, un retablo flamenco de Jan van Eyck, "la Adoración del Cordero Místico". En el fondo yo hacia fotos de las bóvedas de la nave central peeeero..en fin. anecdotas que se quedaran en eso, anécdotas.

Os animo a hacer como nosotros, visitad Belgica que os gustará y os dareis el gusto de poder decir aquello de "yo puse un pica en Flandes"!!

PD: La gata estaba viva y coleando cuando volvimos, ahora la queremos mas que nunca, aunque ayer casi me secciona un brazo a la altura del codo de un zarpazo por dejar de jugar con ella


2 comentarios:

  1. Pues sí, eso de los idiomas también me cabrea a mi. Cuando veo un documental de sudáfrica y se montan en un taxi y el taxista habla inglés es que me pongo mala, pero dónde hemos estado escondidos todos estos años pasados. ¡Qué país el nuestro!
    Tiene que molar Bélgica

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  2. Buenísimo tu blog, lo de Bélgica es totalmente cierto yo estuve en febrero y la verdad es impresionante la facilidad que tiene con el idioma.

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