lunes, 26 de julio de 2010

Y que vivan las suecas...


Las mesas suecas, quiero yo decir, no me entendais mal. Y los perchero con ruedas a 9,95 € me sacan de un apuro con los excedentes de ropa de abrigo de mi fondo de armario. Las albóndigas y el salmón no se quedan atrás, acompañado de una salsa de nombre impronunciable, algo así como GRAVLAXSÄS, pero que está cojonuda.

Como habréis podido adivinar, hemos hecho una visita a esa pequeña parte de Escandinavia que ofrece al mundo pasar una tarde domingo de lo más entretenido con la llave Allen en la mano apretando tornillos en tablitas de contrachapado. Cuarta visita a IKEA en lo que llevo por estas tierras del norte, concretamente al que hay en Barakaldo, dentro del gigantesco complejo llamado MegaPark. Y con razón llega el prefijo Mega, porque son tres centro comerciales juntos, con 2 mil salas de cine, 400 mil restaurantes y millones de tiendas...y es que ya se sabe con estos de Bilbao. si uno de Bilbao puede nacer donde le de la gana, tiene que tener un centro comercial de dimensiones gigantescas.

Pues eso, que necesitabamos una mesa y nos fuimos a pasar el día a IKEA. Fue una mañana muy productiva, con una inversión muy económica, sobre todo porque compramos más cosas de las que habiamos pensado (suele pasar, vaya), pero que nos vienen de perlas. La comida en el restaurante fue en plan aventura, ya que no habíamos probado nunca, pero repetiremos siempre que podamos. Por 9,25 € me comi un plato de salmón noruego con ensalada y esa famosa salsa GRAVLAXSÄS, 15 albóndigas con salsa, mermelada de arándanos y patatas fritas, tarta de almendras con crema de vainilla y una cerveza sueca. Después hicimos el atraco pertinente a la tienda sueca, llevándome esta vez una bolsa de cebolla frita de la cual me han hablado muy bien. En fin, que me pierdo en esta tienda. Me gusta todo, por la sencillez que tienen sus productos. Viendo los precios que tienen los muebles en tiendas normales, miedo me doy cuando tenga un estupendo piso en propiedad y vacio. Quizá no tengan la excelsa calidad que puedan tener otro muebles pero oye, nosotros ya hemos comprado algunas cosas y nos han dado un resultado excelente.

Cuando acabamos con la tarea decidimos volver a casa tomando un desvio y yendo a Estella, que celebraba su famoso mercado medieval. Garmin, nuestro querido GPS, tomó la decisión de que debíamos conocer a fondo el Parque Natural de la Sierra de Urbasa y Andía y nos desvió por una carretera de la Red Local, en la cual era casi necesario echarte a la cuneta cuando venía algún coche de frente. Pensábamos que sería una tramo de enlace con alguna carretera más principal, pero cuando empezamos a subir un puerto y aparecieron las primeras vacas comiendose el bosque, nos miramos y aceptamos nuestra derrota. Garmin volvía a ganar llevándonos por donde le daba la gana. Eso si, el paisaje precioso, una sierra agreste y salvaje, bosques de hayas y helechos, mucho verde, etc. Al final llegamos a Estella sanos y salvos, bastante más tarde lo que penábamos, pero bueno, eso es lo de menos.

Y ayer, con la gata supervisando la textura del cartón de las cajas, la tersura de los plásticos y la resistencia de las tablas, estuvimos en plan Bricomanía montando la mesa y el perchero. El esfuerzo nos dío hambre e improvisamos una comida que resulto ser una delicia: langostinos a la plancha y ensalada de arroz tricolor con brotes tiernos, salteado de piñones tostados y salmón noruego con vinagreta GRAVLAXSÄS. Lo regó todo un rosado de Navarra que tenía pinta de ser un poco peleón, porque nos pillamos un medio pedo muy rico que nos dejó doblados en el sofa...feliz comienzo de semana!!!

2 comentarios:

  1. Lo confiesooooo, a mi también me gustan las albóndigas de IKEA.

    Y sí, los muebles te sacan de un apuro, eh!! que los muy jodidos tienen de todo!!! aunque tengan nombres impronunciables!!

    Besossssssssssss

    ResponderEliminar
  2. Pues que vivan las suecas, la comida rica, las cosas nuevas que uno puede conocer (en mi caso a traves de tu blog) y IKEA, que en México no tenemos, pero que se antoja una barbaridad ir a curiosear.

    Un beso

    ResponderEliminar