miércoles, 7 de julio de 2010

Gracias


Bueno queridos amigos, ya estamos en San Fermín en esta mi ciudad adoptiva, Pamplona. Hoy ya es 7 de julio, el verano ya ha llegado pegando fuerte (por lo menos por mi tierra manchega, que las están pasando putas) y está la ciudad llenita de borrachos realmente alucinantes. Mira que mis amigos y yo le hemos dado al pirriaque en nuestra "juventud", pero jamas he visto a las 5 de la tarde a mis amigos con el pedal que hoy llevaban algunos...nosotros hemos sido borrachuzos pero elegantes, siempre guardando las formas!!

El caso es que para mi, el 7dejuliosanfermín, todo de carrerilla, ha tenido siempre un significado que iba mucho más allá que ser la fiesta de Pamplona. Tal día como cumplía años mi mami. Hoy cumpliría 55 añazos, una edad que puede marcar (más o menos) el inicio de una madurez en la que te tomas la vida con cierta filosofía. La gente de esa edad, como es el caso de mis padres, ya no tienen hipotecas, tienen hijos más o menos mayores que han comenzado a diseñar y poner en marcha su propia vida, piensan en jubilarse en unos años y dedicarse a vivir de las rentas de una vida llena de sacrificios y de trabajo como es sacar adelante a una familia.

Ese era el gran plan que mi madre tenía pensado para ella y mi padre. Lo que pasa es que a veces, el caprichoso destino no tiene los mismos planes que tu. En el caso de mi madre, el destino quiso que nos dejara hace ya casi tres años por culpa de una maldita enfermedad que la hizo sufrir como no le deseo ni a mi peor enemigo. En solo un año, un terrible cáncer de pulmón la devoró sin apenas darse cuenta, ya que cuando se lo detectaron lo tenía tan extendido que todos los intentos por aplacarlo fueron estériles. Ella misma se fué dando cuenta de como la enfermedad la iba consumiendo fisica y mentalmente, ya que toda su vitalidad y su optimismo se quedó en nada. Se quedó en la pena de ver como su nuevo proyecto de vida ya no servía para nada, maldecía una y otra vez su puta mala suerte, y se acordaba de ese Dios del que le hablaban en el colegio que premiaba a los buenos y castigaba a los malos...."que mala he debido ser para que me castiguen así", se repetía a menudo.

Hasta el último momento fué consciente de su enfermedad y de que no había solución para su mal. Por eso tuvo el valor de hablar conmigo de la mejor manera que pueden hablar una madre y un hijo a los que los une no solo el lazo de la vida, sino algo más. Me dijo que siguiera por el camino que había elegido y que no me desviara nunca. Me dijo que le daba mucha pena el no haber podido conocer bien a Ester, mi novia, pero que la cuidara y la respetara como se merecía. Se quedó con muchas ganas de no haber podido viajar a Logroño para conocer a los padres de Ester una vez que formalizamos nuestra relación. Yo sólo pude prometerle que no cambiaría y que seguiría siendo el mismo chaval sencillo y alegre que ella había criado y educado. Como agradecimiento por todo lo que hizo por mi le dije que si algún día tenía una hija, se llamaría como ella, Isabel. En ese momento, a pesar del dolor y la debilidad que no le permitía tener fuerzas ni para llorar, la vi sonreir...

Mamá, gracias por darme la vida y la oportunidad de estar aqui viviendo este presente.

Gracias a ti y a papá por haberme educado dentro de unos valores de respeto, libertad, bondad y sentido común.

Gracias por haberme enseñado tantas y tantas cosas sin las que hoy en día no sería nada ni nadie.

Gracias por haber mostrado siempre tanto interés por aquellas cosas que me gustaban y haberme apoyado en todo aquello que quise hacer.

Gracias por hacer que me sintiera orgulloso de tener una madre como tu, la mejor madre que jamás podría haber tenido y una mujer realmente maravillosa, apreciada, respetada y añorada por todo el mundo. Has dejado un vacío muy grande en mi vida que nunca será repuesto, y más aún desde que Adrian se fué contigo. Solo el cariño que Ester me regala todos los días y los ratos que paso con papá cuando voy a verlo compensan tu perdida.

Hoy cumples 55 años. Seguro que allá donde tus pasos te hayan llevado estarás sintiendome. Yo solo espero no fallarte y poder triunfar alguna vez en la vida, deseando que te sientas orgullosa de mi, al menos una mínima parte de lo que yo me siento de ti. Sabes que siempre has sido el espejo en el que me he mirado y tu recuerdo perdurará para siempre. Todos mis triunfos irán dedicados a Adrian y a ti. Cuidanos mucho.

Te quiero, mamá

8 comentarios:

  1. Me has emocionado Alber, estamos pasando unos momentos muy delicados con mi madre ahora mismo y me he sentido identificada con muchas de tus palabras.

    No tengo duda, de que esté donde esté está orgullosa de tí. Y por supuesto que está cuidando de ti y de tu Ester.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. a mí también me has emocionado, desde luego que madre no hay más que una y es muy doloroso perderla, sumando a esto lo de tu hermano, pero gracias a ester y a tu padre, que te hacen la vida más llevadera. un beso enorme.

    ResponderEliminar
  3. Tu ya has triunfado en la vida, por ser simplemente como eres, tienes un caracter que muchos admiramos y no conozco a nadie que se pueda sentir defraudado por ti. Tu siempres das todo a la gente que quieres y eso es para sentirte orgulloso, asi como de sentir orgullo gente como yo, que tiene la suerte de tenerte como amigo.

    ResponderEliminar
  4. La vida te ha puesto en una situación muy difícil... pero lo estas superando con tu infinita alegría... Ánimo Alberto.

    ResponderEliminar
  5. Mi madre murió también de cáncer. Tenía 63 años y en dos meses pasó de estar bien a... en fin, lo que queda al final. Es terrible.

    Un beso muy fuerte.

    ResponderEliminar
  6. Que bonito! se me saltaron las lágrimas...

    Sólo por la forma que escribes, demuestras que tipo de persona eres... seguro que tu madre ya está más que orgullosa ;)

    Besitos!!!

    ResponderEliminar
  7. hola. es la primera vez que entro a tu blog y sin conocerte de nada, al leer esta entrada he acabado llorando a chorros. Totalmente de acuerdo con mónica87. hace tiempo que no me emocionaba tanto, se nota que está escrito desde las entrañas y que le tenías un gran cariño. Besos

    ResponderEliminar
  8. Alber:

    Esto que has escrito, está tan lleno de amor como de dolor y así debe ser. Te conozco poco, ya sabes, aunque leyendo lo que escribimos en estos sitios, puedes hacerte una idea bastante clara de como es una persona. Puedes estar orgulloso de tí mismo y tu madre, desde algún sitio, mucho más orgullosa aún, con toda seguridad.

    La vida es puta, pero esto ya lo sabes. Eso de esperar a que Dios premie a los buenos, es otra de las grandes injusticias de este mundo. Se me ocurren un montón de malísimas personas que murieron de ancianos en sus camas.

    Muy injusto y doloroso. Y lo que has escrito, muy emotivo y lleno de amor. Y obviamente seguro que indignación.

    Un abrazo.

    Hasta hoy no he podido ver esto. Google está puteando bastante últimamente.

    ResponderEliminar