miércoles, 6 de junio de 2012

Ensayo sobre el bocadillo



El bocadillo: santo y seña de la comida rápida española. Dos trozos de pan que soportan y tapan un alimento X. Sencillo, conciso, claro y si no quieres darle muchas vueltas, lo más barato del mundo.
Yo, por suerte y debido a los años que tengo, he sido niño de bocata para merendar todas las tardes. Salías de clase por la tarde a las 17:00 h. llegabas a casa, veías Barrio Sésamo y mientras te comías tu bocadillo: de chorizo Revilla, de chorizo pamplonés, salami, jamón con tomate, salchichón con mantequilla, jamón de york con queso, nocilla, queso manchego, foiegras APIS, atún con tomate, etc. Y esto se fue extendiendo, tanto en el tiempo como en el tamaño del pan que me metía entre pecho y espalda.

Con la edad, me fui haciendo más o menos fiel a unos bocadillos que a otros. A veces era casi obsesión y todos los días merendaba lo mismo. Tuve una larga temporada en la que me hacía el bocata con fiambre de surimi de cangrejo, tomate, lechuga, mahonesa y cebolleta. Un día si y otro también. Y un día, y otro, y otro. Mi hermano me decía que un día me iba a dar un jamacuco por comer siempre lo mismo. Y me dio, vaya si me dio. Un entripado monumental con vómito incluido que me hizo aborrecer el cangrejo durante años!!

Con el paso del tiempo, he ido dando paso a los bocatas "gourmet". Con estos bocatas tengo un pequeño problema: lo diseño con antelación, con mucha antelación. Es decir, me estoy comiendo uno y ya se de lo que me lo voy a preparar al día siguiente. Y durante ese duro intervalo de espera, no puedo dejar de pensar en el. Me veo a mi mismo cortando el pan crujiente, quitándole el exceso de miga. Corto el queso brie, que será vilmente fundido sin piedad por el calor del horno. Jamón serrano bien jugoso, que coloco de manera "descolocada" sobre el pan. El tomate, fresco y lozano, cortado en rodajas finas. La lechuga, sin el troncho blanco, solo lo verde, bien lavada y escurrida. Alguna cremosa salsita como mahonesa, alioli, miel y mostaza...la que me de la gana ese día, vaya.

Y claro, estoy todo el día con el bocadillo en la cabeza, babeando y pensando en el momento en el que lo voy a tener en mis manos, todo crujiente, cálido...y llega el momento de irme a la cocina a prepararlo, y comienzo mi ritual de sacar la tabla para partir el tomate, elegir un buen cuchillo que no me lo chafe porque no corta bien, le retiro la grasa al jamón, preparo el plato, la servilleta...total, que me tiro 10 minutos en hacer el puto bocadillo para comérmelo en cinco minutos, porque llevo un hambre atroz.

Cuidado, que a veces el bocadillo más simple y vulgar del mundo es el mejor: dame un bocata de mortadela recién comprada y me haces el tío más feliz del mundo. O ese bocadillo que te llevas al futbol cuando el partido se juega en horario vespertino: acaba el primer tiempo, jugadores a vestuarios, te levantas, te estiras un poquito y sacas el bocata. Abres tu lata de Coca Cola o similar y abres el albal que envuelve esa joya de la gastronomía: los agarras firmemente por la mitad y con la otra mano, parece que te marcas y aplastas un poquito la parte que vas a morder....y entonces comienzo el orgasmo de sabor, da igual quien sea la otra parte contratante: filete de lomo, pechuga de pollo, jamón, lomo embuchado, atún o tortilla de vayaustedasaberque...es un momento gozoso para niños y mayores y me resulta raro que alguien pueda decir que no le gusta un bocadillo.

El bocadillo se prepara con la mano porque se come con la mano. Cuando estaba en la universidad, vivía en una residencia de estudiantes. En el desayuno nos ponían diversos fiambres rotatorios semanalmente para hacernos bocadillos. Me hacía mucha gracia ver como algunos se las daban de finolis y se cogían las lonchas de salchichón con el cuchillo para colocarlas en el pan...las lonchas de su propio plato, las cuatro o cinco que había seleccionado previamente!! Lo mejor de todo es que los que hacían esto eran algunos de lo más burros de toda la residencia, con pocos modales o ninguno si me apuráis. Se las querían dar de finolis con el salchichón y luego eran capaces de lamer el plato de lentejas si tuvieran la ocasión (y mira que estaban malas, coño!!).

Soy feliz comiéndome un bocata y probando las especialidades típicas de los diferentes sitios que visito. Aunque algunos piensen que no, una hamburguesa es un bocadillo con todas las de la ley. En Chicago me comí la mejor que he probado, envuelta en papel de aluminio, con un pegote de carne de buey aplastada de un puñetazo, con mil guarrerías dentro, pero estaba de muerte!!! Y en Chicago probé un hot-dog muy original, el conocido como "Chicago style hot-dog": no se le pone ketchup, es un sacrilegio; es un pan con semillas de amapola y lleva la salchicha de viena, mostaza, pepinillos, tomate natural, relish (pimiento verde encurtido y dulce) y unas guindillas tan grandes como mi cabeza que no me atreví ni a probar. Delicioso.

               (Comida basura americana, de la buena de verdad. Esta cojonuda, no lo voy a negar!!)


Viva el bocadillo. Ahora mi preferido es el de atún con tomate, lechuga y un poquito de mahonesa...me muero de gusto cuando me lo como, en pan de molde o pan normal, y cuando le termino, con pena, ya estoy pensando en cuando me comeré el próximo....

9 comentarios:

  1. ¡¡¡¡¡Viva el bocadillo¡¡¡¡ hay gente que dice que si escurre y se puede chupar los dedos les gusta más...

    ResponderEliminar
  2. Alber, prueba el sándwich de merluza fría de la cena del día anterior con mayonesa de la cena del día anterior y lechuga. No sabes lo que te pierdes si lo dejas pasar.

    ResponderEliminar
  3. Me has abierto el apetito tanto como me has hecho reír. Es verdad que según las épocas vas cambiando de relleno de bocadillo y también, que los más simples, a veces son los más deliciosos. Yo tuve una época que los rellenaba con un "totum revolutum" de embutidos variados, como salami, chorizo, etc. y lonchitas de guindillas verdes. ¡Eran deliciosos!

    Y en cuanto a las hamburguesas, había un sitio e la calle Velázquez, en Madrid, que tenían unas de caerte de culo, con chucrut y en lo alto del todo, un huevo a la plancha. El panecillo de arriba tenía un agujero por el que asomaba la yema del huevo. ¡Deliciosa!

    Te dejo. ¡Voy a comerme un bocadillo de lo que sea!

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  4. Ay... Estoy a dieta... :(

    ResponderEliminar
  5. Mmmm, me gustan casi todos los que has nombrado, aunque echo en falta los de anchoas y los de sardinas de lata. Y para esos días en que estás en plan suicida y te da igual lo que te metes en el cuerpo, uno de chopped-pork bien cargadito.

    ResponderEliminar
  6. Ápuntar como mención especial, el último bocado del bocadillo que corresponde al pico (tambien llamado tetina) de la barra de pan y que sin duda es el mejor.
    Bueno, voy a ver si meriendo!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  7. ricos, ricos los bocatas.... lástima que em mi caso deba cuidar el volumen de mis caderas.No es que esté gorda, por suerte, pero creo que en parte se lo debo a renunciar a este gran placer... Por cierto, mi favorito es del todo pueblerino:
    Bocata de pà (catalana a ser posible) con tomate, aceite de oliva, salchichas del pais (de cerdo claro) y pimientos verdes fritos... con una buena cervecita. Que feliz soy!

    ResponderEliminar
  8. Uf, estás enfermo de la perola... Una oda al bocadillo. Era lo que te faltaba. En fin, pa qué nos vamos a engañar. Sí, los bocatas molan. Mi preferido de pequeña era el de nocilla blanca o atún con mayonesa. Lo del queso brie me recordó a uno que me comía en la alianza francesa de Dublín (estaba enfrente de la escuela a la que yo iba), que llevaba pan con especias, jamón y queso brie. Lo calentaban y estaba de muerte.

    ResponderEliminar
  9. Esas tardes en que volvías de la escuela de idiomas y un ser peludo te esperaba trás la puerta de la casa de tú abuela... Todo atento, las orejillas tiesas, escuchando... y cuando por fin llegabas se volvía loco de contento y marchaba trás de tí maullando y dando saltitos, esperando que compartieses con él tú bocata... Esos momentos no tenian precio!!!

    ResponderEliminar