Los erizos pinchan

Como no podía ser de otra manera, he llegado a tan profunda conclusión porque me he pinchado con un erizo. Como no podía ser de otra manera, no ha sido de manera fortuita. Ha sido porque he querido cogerlo, o más bien tocarlo, a ver que textura tenía, y claro, ha dado un respingo y me he clavado un par de puas en el dedo índice, tanto que incluso me he hecho sangre. Alguna vez en la vida tendré que aprender que las cosas no se tocan asi porque si. Moriré envenenado por alguna serpiente, y si no ya lo vereis!!
El dia en SendaViva estuvo divertido. Aparte de este pequeño incidente con Espinete poco más hay reseñable, aparte de unas cuantas cosillas:

1. Me tuvieron que llamar la atención porque me pillaron cogiendo mini-pollitos de codorniz (era solo para verlos y hacerles una foto. También tengo la mala suerte de que todo el mundo los cogía y no pasaba nada. Cuando fuí a cogerlos yo entro uno de los del parque y me saco tarjeta amarilla)

2. En la exhibición de vuelo de aves rapaces (la mejor de Europa), me pegó un pisotón un enorme cóndor de los Andes que volvía a su jaulón dando saltos después de bajar volando desde la sierra batiendo sus 3 metros de envergadura. El pisotón no tuvo ninguna consecuencia, solo la emoción de que te pise el buitre más grande del mundo.

3. Como no nos parecía bien pagar 15 euros por una ensalada mixta y un muslo de pollo asado o bien 7 u 8 por un bocadillo en pan recien horneado (recien horneado para el primer viaje de Colón a America, dato que no aportan en el tablón de precios), decidimos saltarnos la prohibición de introducir comida dentro del parque y nos llevamos unos bocatasjamon y unas empanadillas de pisto. Entre unos matorrales le hincamos el diente, con la satisfacción de ahorrarse unos eurillos y el morbo de lo prohibido!!

4. En un aviario gigante lleno de cientos de pajaros (un paraiso para mi), un simpatico pajarraco llamado "chachalaca" se sintio atraido por la magnifica cabellera de mi novia y decidió que sería un sitio estupendo para anidar o para utilizarlo de atalaya o de rampa de despegue. Hasta tres veces se le subio a la cabeza, aleteando y chillando sin control. Evidentemente, fuimos la sensación del recinto, ella con un pollo en la cabeza haciendo continuamente "uaaaaaa, uaaaaa, uaaaaa" y yo muerto de la risa.

En fin, que ir conmigo a cualquier sitio donde haya animales es toda una aventura...cualquier dia me encierran con ellos, no sería del todo extraño. Y si en algún momento de vuestra vida os encontrais con un erizo, no lo toqueis: PINCHA