FITUR , los buitres y las hienas

Ya se ha inaugurado Fitur. No hace falta decir lo que es porque siempre salen imágenes de su inauguración por parte de los monarcas y adjuntos. Fabuloso escaparate turístico para que los diferentes países y todas las comunidades autónomas españolas nos enseñen todo lo bueno que tienen para ofrecernos al resto de mortales.

Este será el noveno año que yo haga acto de presencia (voy más que el rey, joder). Fui por primera vez cuando vivía en Madrid y le cogí el gusto. He arrastrado conmigo a familiares, ex-parejas, parejas, amigos míos y amigos de parejas. Me gusta ir por varios motivos:

1. En el espacio de un recinto ferial me encuentro con cosas de diferentes países que de otra manera jamás podría llegar a ver.

2. Me gusta seleccionar algunos folletos no por el contenido o la información que me puedan aportar, sino por ver como están diseñados y maquetados. Siempre me pueden servir de inspiración para algún trabajo que se me pueda plantear.

3. Obtengo información de primerísima mano de destinos turísticos que me interesan, con lo cual ya me puedo llevar a casa un mapa de la ciudad en cuestión y diferentes folletos para consultarlos y diseñar mi viaje.

4. Es interesante ver los esfuerzos que cada gobierno, nacional, regional o municipal, hace para diseñar y construir un stand interesante, que atraiga a la gente y sirva para promocionar bien cada ciudad o país. A todo esto tengo que decir que el stand que lleva mi tierra (Castilla-La Mancha) siempre es de los más destacables, dicho por los expertos!!

5. Solo vale 6 eurillos y te puedes estar allí todo el santo día.

6. Y si a todo esto añadimos que, por regla general, en muchos stands ofrecen al amable público que allí se congrega una pequeña degustación de sus manjares típicos y/o algún pequeño obsequio promocional, pues oye, casi sin darte cuenta te has ido desde Palos de la Frontera hasta Ulan Bator (Mongolia) en un par de horas comiéndote por el camino unos cacahuetes de Costa de Marfil regados con “pisco” peruano.

Peeeero FITUR (o FIYOR, como dice una que yo me sé) tiene un lado oscuro que en ocasiones hace gracia, pero en otras hace que entre casi en combustión por la vergüenza ajena que paso: es el fenómeno de los gorrones, que en Fitur están elevados a la enésima potencia.

Sabemos que gorrones hay en todos sitios, y en España tenemos a los más mejores. Da igual la edad, sexo o condición social: si en algún sitio dan algo gratis, hay que ir a por ello a saco. Si para conseguir tu objetivo tienes que pisotear al prójimo, lo haces sin piedad. Tu objetivo es un pequeño cartuchín de palomitas realmente diminuto, un vasito (tamaño tapón bote de gel) de zumo de melocotón, una lonchita de jamón o unas patatas fritas. Es algo realmente ridículo e insignificante….pero es GRAAAATIS, GRAAAATIS, GRAAATIIIISSSSS!!!! En mis visitas he intentado acercarme a veces a alguna degustación que me interesaba, pero cuando me han llovido hostias sin saber bien de donde, pisotones, codazos en el hígado y casi mordiscos por ocupar mi sitio, he preferido largarme con la música a otra parte…me sentiría más seguro con los ñus cruzando el río Mara infestado de cocodrilos!!

Yo entiendo que la gente es muy libre de querer comerse una loncha de Jabugo, beberse una copita de Montilla-Moriles y un tapita de sobrasada. Ahora bien, las colas que se forman delante de los stands para comerse una puta loncha de jamón son enormes, y puedes estar perfectamente 20 minutos esperando tu turno. Masticando el jamón, el gorrón va corriendo para hacer cola en el stand contiguo, que ofrece a sus visitantes un vasillo con chufas valencianas, vino fino o caramelos de café con leche. Y de cola en cola se pasan el día, a las 7 de la tarde se van a sus casas más o menos igual que llegaron, pero satisfechos por el botín conseguido por toda la cara. Bajo mi punto de vista es muy triste que la gente se conforme con eso, pero oye, para gustos los colores.

Peor son los que lo quieren acaparar todo sin ningún tipo de educación. Recuerdo algo que pude vivir hace un par de años en el stand de Perú. Ofrecían a la gente la bebida típica del país, el “pisco sour”, una especie de coctel hecho con aguardiente y zumo de limón. Mientras preparaban la siguiente ronda, pasaban un plato con una especie de aperitivo parecido a unas patatas fritas. En la primera vez que el plato se acercó al público surgieron decenas de manos que arrasaron con las patatas, con el plato y casi se llevan a la chica del stand. Pude ver incluso a gente corriendo para abalanzarse y poder pillar algo. Realmente lamentable y repulsivo. Y por supuesto, los peores son los viejos, que no les importa sacarte un ojo si a cambio de ello les dejas el sitio libre y cogen una galleta….

Otra especie bastante abundante en Fitur es el “folletero compulsivo”. Este espécimen se dedica a recorrer el ámbito de Ifema recogiendo folletos. Da igual el contenido del folleto, el se los lleva todos, sin mirarlos, sin saber si le podrán interesar o no: si el stand de Navarra tiene 25 tipos de folletos diferentes, el/ella se acercará sin decir ni buenos días y cogerá folletos. Evidentemente, son muchos stands y cientos de folletos. Para poder acarrear con todos, la gente echa mano de sus “trolleys” de viaje y se presentan todos ufanos en la feria, con la sana intención de llenarla hasta reventar de folletos, por son GRAAAATIS, GRAAATIS, GRAAAAATIIISSSS!!!. Un tipo iba empujando el carrito de su crío y llevaba enganchados de cada lado del carrito dos trolleys de los cuales asomaban los folletos. El tipo tenía pinta de no saber ni leer, pero seguro que llevaba folletos acerca de la pesca del pez arapaima en el Orinoco, de las iglesias de piedra de Lalibela en Etiopía y de las pistas de esquí de la zona noroeste de Tayikistán.

Y por último, están los que van a Fitur “¡¡¡porque regalan muchas cosas!!!”. Viví situaciones bastante simpáticas que recuerdo con cariño, sobre todo por la cara de tonto que se le quedaba a la gente cuando les negaban el regalo:

· Un tipo se acercó al stand de Navarra soltando de sopetón –que tenéis para regalar? La chica del stand, en un derroche de cinismo admirable, le dijo: -uy, tenemos todos estos folletos, que son gratis. Se los puede llevar todos si le apetece!! El tipo gruñó un poco y se fue. Creo que luego nos acercamos nosotros a echar un vistazo por ser el stand de nuestra comunidad y la chica nos regalo un par de bolígrafos.

· En el stand de Arnedo (La Rioja), pueblo con muchísimas bodegas, se acercó otro tipo, del mismo perfil que el anterior, pidiendo que si le regalaban alguna botella de vino. La chica del stand flipaba en colores por la desvergüenza del tipo, que encima se fue cabreado.

· En un stand de Extremadura se acercó una señora y repitió más de 15 veces que le dieran un Boli. Al final se fue enfadada porque no se lo dieron. Yo, guasón que soy a veces, me acerqué a la chica del stand con la intención de pedir información del parque de Monfragüe, pero lo primero que hice fue pedirle un bolígrafo…me miró mal, pero después de darme la info que buscaba, me regaló un bolígrafo!! A punto estuve de restregárselo a la vieja de antes, jajajaja.

· Y si de verdad quieres que te den algún regalo, lo más sencillo es mostrar un mínimo interés por lo que el stand ofrece, saludar, curiosear…En un stand de las comarcas cordobesas vi que tenían botellitas de aceite de oliva de Baena (delicioso y uno de los mejores de España). Fue tan sencillo como ponerse cerca y comentarle a Ester (en un tono lo suficientemente claro y alto para que se me oyera) que en Baena hacían un aceite fabuloso. La chica nos oyó y nos dio muy amablemente dos botellitas para que lo disfrutáramos!!!

Os dejo el enlace a un video bastante ilustrativo de lo que es Fitur. Lamentablemente esta imagen es muy común en este país, y desde luego, tengo la suerte de que ni yo ni la gente de mi entorno han tenido ni tendrán ese comportamiento. No somos hienas ante una cebra moribunda….

http://www.youtube.com/watch?v=k4tjn3VVPis

PD: Os dejo otro dibujo que terminé ayer, espero que os guste