Cuando esta mañana iba todo feliz, ufano y sonriente a trabajar, pedaleando con alegría y soltura en mi flamante y de nuevo reluciente bicicleta (entiéndase la ironía en mis palabras, claro!! Iba con los ojos medio pegados, con un biruji y un frescor nada apacible y la bici chirriando como un borrego a punto de ser degollado pese a su rotunda oposición), me he cruzado con un tipo medio raruno, con los pelillo tiesos, chiquitajo, escuchimizado, vestido un tanto hortera, desfasadillo con la moda, con cara como de asustado...vamos, un meapoquito, como diría mi madre.
Y es que mi madre tenía un peculiar diccionario heredado de su familia y me imagino que, en definitiva, usado por la inmensa mayoría de la gente de Belálcazar, el pueblo de Córdoba que la vio nacer y del cual nunca perdió sus raíces.
Ya no son solo palabras un tanto raras o rebuscadas, sino expresiones jocosas que yo, harto de escuchar, repito de manera involuntaria provocando que la gente me mire con cara rara como diciendo ¿que coño dice este? Me imagino que algunas palabras quizá sean conocidas en otros lugares, yo solo se las he escuchado a mi madre, abuela y tías y a la gente del pueblo.
Una de esas palabras seria, como he dicho antes, MEAPOQUITO. Se podría definir como una persona pequeñaja, escuchimizada, simplona, que pasa desapercibida de lo poco que abulta, de las que nunca llegaran a destacar en nada en la vida porque jamás dirán una palabra más alta que otra, con sangre de horchata (en el caso de que tengan sangre en las venas). Si son hombres, jamás llevaran los pantalones en casa, ya que su mujeres serán las que pongan y dispongan, porque serán más grandes, más fuertes y gritaran mucho mas y mejor que ellos. Se comerá lo que ellas digan, se irá de vacaciones donde ellas digan y si nuestro MEAPOQUITO se equivoca de dirección al volante, se llevara un collejón que se tragará el volante, por ser un MEAPOQUITO...
Otra palabra muy utilizada por mi madre era CHICHIRIBAILE. En este caso era para referirse a un ser también pequeño, pero en lugar de tan comedido como nuestro MEAPOQUITO, este es un tío inquieto, activo, dinámico y divertido, llegando a ser un cansino si se pasa un poco. Culo de mal asiento, siempre tiene algo entre manos, siempre destaca allí por donde va, siempre se hace notar, como un ratón, sin estarse quieto...jodio CHICHIRIBAILE...
Cuando mi madre quería ajustarle las cuentas a mi hermano, por lo malo que era de pequeño (ya os contaré sus fechorias), no intentaba pegarle (mi madre nos ha pegado siempre con la zapatilla o con la mano, en el culo o un cachete en la cara, y no estamos traumatizados), sino que intentaba APERGOLLARLO. En Cuba se utiliza para decir que alguien agarra a otro del cuello, pero mi madre lo utilizaba para amenazarnos por haber hecho alguna travesura. Siempre recordaré a mi hermano galopando desde el patio hacia el interior de mi casa, gritando "¡Socorro, Alberto, que mamá me apergolla!", al mismo tiempo que mi madre intentaba echarle el guante.
CHARABASQUEAR. Esta palabra se suele utilizar para significar que se va a hacer ruido, posiblemente molesto, por estar rebuscando, organizando, colocando cosas. Por ejemplo: "¡No vengáis muy tarde, que luego querréis dormir y yo, desde bien temprano, voy a estar por aquí CHARABASQUEANDO!!"
FURRUFALLA: Según he investigado, esto también se dice por Aragón. Viene a referir a la comida, pero en termino general. Siempre recordaré esta palabra de una romería en el pueblo de mi madre, recién acabado de montar nuestro chiringuito a las 8 de la mañana. Uno de mis tíos, sombrero cordobés en la cabeza, copita de fino colgada del cuello y bombo rociero a sus pies se afanaba cortando con maestría una tremenda paletilla de jabugo que había traido al mismo tiempo que le gritaba a otra de mis tías: "¡Encarnaaaa, ve sacando ya la FURRUFALLA,no?" (En esta romería no dejas de comer y beber desde que llegas hasta que te vas por la tarde del día siguiente, es realmente sobrecogedor!!)
TÍA ALCAYATA: La TÍA ALCAYATA suele ser alguna vieja de estas estiradas, muy tiesa, que te miran por encima del hombro, todo lo que digas o hagas le molesta, se ofende, mira al cielo, murmura, se santigua. Siempre de peluquería, manicura perfecta, toda ella perfecta...la madre de una vecina mía reunía esas características y cuando pasaba por mi calle y mi madre la veía siempre decía: "¡Ya viene de misa la TÍA ALCAYATA!"
VIEJA PELLEJA: Estas son mis preferidas, porque me hacen mucha gracia. Son esta mujeres ya de edad bastante avanzada, que se resisten a envejecer, se visten muy juveniles, a veces demasiado, le pegan la cigarro y al gin-tonic por un tubo, llevan unos pelos divinos de la muerte, con mechas de mil colores y a veces, le guiñan el ojo a jóvenes imberbes por si caen en sus redes. En Pamplona hay un grupo de VIEJAS PELLEJAS que frecuentan mucho un local al que suelo ir los fines de semana. Son una cuadrilla de amigas que, o bien son solteronas, viudas, divorciadas, etc o bien van por libre porque los maridos también optan por irse los fines de semana a sus sociedades gastronómicas con los amigotes.
Luego hay otras palabras como ARRELLANARSE (desparramarse, tumbarse en el suelo para no hacer absolutamente nada o, como mucho, tocarse los huevos largo rato), PERCUDIO (dícese de aquella persona que es tan oscura de piel que ya parece sucio, casi de color verdoso roñoso) etc, que forman parte de mi vocabulario habitual, gran herencia que me dejó mi madre y que digo con orgullo.
Por otra parte, mi hermano y mi primo también destacaron por sus palabras para denominar alimentos, animales o cosas. Merece destacar las CROQUETAS CON PALO, que para mi hermano eran ni mas ni menos que esos muslitos de surimi con pinza de cangrejo incluida, rebozados y que peregrinamente recuerdan al cangrejo.
Los pistachos no son pistachos. Según mi primo, son PANCHITOS CON CASITA (entendamos panchitos como cacahuetes pelados y fritos). Este mismo primo, ofuscado cuando su madre le regañaba porque se empeñaba en decir MURCIÉGALO, afirmo rotundo que a partir de ese momento, en lugar de MURCIÉGALO diría PAMPIRO!! También el creó la palabra ALMÓNGARAS para denominar a las albóndigas, SEGOLLA para la cebolla y PIASQUERO para el plástico...
Como veis, todo un mundo de palabras. Tengo que pedir permiso a ciertas personas para continuar con este tema, porque conozco a cierta persona que de esto casi creó un mundo paralelo. Ya os informaré.
Y es que mi madre tenía un peculiar diccionario heredado de su familia y me imagino que, en definitiva, usado por la inmensa mayoría de la gente de Belálcazar, el pueblo de Córdoba que la vio nacer y del cual nunca perdió sus raíces.
Ya no son solo palabras un tanto raras o rebuscadas, sino expresiones jocosas que yo, harto de escuchar, repito de manera involuntaria provocando que la gente me mire con cara rara como diciendo ¿que coño dice este? Me imagino que algunas palabras quizá sean conocidas en otros lugares, yo solo se las he escuchado a mi madre, abuela y tías y a la gente del pueblo.
Una de esas palabras seria, como he dicho antes, MEAPOQUITO. Se podría definir como una persona pequeñaja, escuchimizada, simplona, que pasa desapercibida de lo poco que abulta, de las que nunca llegaran a destacar en nada en la vida porque jamás dirán una palabra más alta que otra, con sangre de horchata (en el caso de que tengan sangre en las venas). Si son hombres, jamás llevaran los pantalones en casa, ya que su mujeres serán las que pongan y dispongan, porque serán más grandes, más fuertes y gritaran mucho mas y mejor que ellos. Se comerá lo que ellas digan, se irá de vacaciones donde ellas digan y si nuestro MEAPOQUITO se equivoca de dirección al volante, se llevara un collejón que se tragará el volante, por ser un MEAPOQUITO...
Otra palabra muy utilizada por mi madre era CHICHIRIBAILE. En este caso era para referirse a un ser también pequeño, pero en lugar de tan comedido como nuestro MEAPOQUITO, este es un tío inquieto, activo, dinámico y divertido, llegando a ser un cansino si se pasa un poco. Culo de mal asiento, siempre tiene algo entre manos, siempre destaca allí por donde va, siempre se hace notar, como un ratón, sin estarse quieto...jodio CHICHIRIBAILE...
Cuando mi madre quería ajustarle las cuentas a mi hermano, por lo malo que era de pequeño (ya os contaré sus fechorias), no intentaba pegarle (mi madre nos ha pegado siempre con la zapatilla o con la mano, en el culo o un cachete en la cara, y no estamos traumatizados), sino que intentaba APERGOLLARLO. En Cuba se utiliza para decir que alguien agarra a otro del cuello, pero mi madre lo utilizaba para amenazarnos por haber hecho alguna travesura. Siempre recordaré a mi hermano galopando desde el patio hacia el interior de mi casa, gritando "¡Socorro, Alberto, que mamá me apergolla!", al mismo tiempo que mi madre intentaba echarle el guante.
CHARABASQUEAR. Esta palabra se suele utilizar para significar que se va a hacer ruido, posiblemente molesto, por estar rebuscando, organizando, colocando cosas. Por ejemplo: "¡No vengáis muy tarde, que luego querréis dormir y yo, desde bien temprano, voy a estar por aquí CHARABASQUEANDO!!"
FURRUFALLA: Según he investigado, esto también se dice por Aragón. Viene a referir a la comida, pero en termino general. Siempre recordaré esta palabra de una romería en el pueblo de mi madre, recién acabado de montar nuestro chiringuito a las 8 de la mañana. Uno de mis tíos, sombrero cordobés en la cabeza, copita de fino colgada del cuello y bombo rociero a sus pies se afanaba cortando con maestría una tremenda paletilla de jabugo que había traido al mismo tiempo que le gritaba a otra de mis tías: "¡Encarnaaaa, ve sacando ya la FURRUFALLA,no?" (En esta romería no dejas de comer y beber desde que llegas hasta que te vas por la tarde del día siguiente, es realmente sobrecogedor!!)
TÍA ALCAYATA: La TÍA ALCAYATA suele ser alguna vieja de estas estiradas, muy tiesa, que te miran por encima del hombro, todo lo que digas o hagas le molesta, se ofende, mira al cielo, murmura, se santigua. Siempre de peluquería, manicura perfecta, toda ella perfecta...la madre de una vecina mía reunía esas características y cuando pasaba por mi calle y mi madre la veía siempre decía: "¡Ya viene de misa la TÍA ALCAYATA!"
VIEJA PELLEJA: Estas son mis preferidas, porque me hacen mucha gracia. Son esta mujeres ya de edad bastante avanzada, que se resisten a envejecer, se visten muy juveniles, a veces demasiado, le pegan la cigarro y al gin-tonic por un tubo, llevan unos pelos divinos de la muerte, con mechas de mil colores y a veces, le guiñan el ojo a jóvenes imberbes por si caen en sus redes. En Pamplona hay un grupo de VIEJAS PELLEJAS que frecuentan mucho un local al que suelo ir los fines de semana. Son una cuadrilla de amigas que, o bien son solteronas, viudas, divorciadas, etc o bien van por libre porque los maridos también optan por irse los fines de semana a sus sociedades gastronómicas con los amigotes.
Luego hay otras palabras como ARRELLANARSE (desparramarse, tumbarse en el suelo para no hacer absolutamente nada o, como mucho, tocarse los huevos largo rato), PERCUDIO (dícese de aquella persona que es tan oscura de piel que ya parece sucio, casi de color verdoso roñoso) etc, que forman parte de mi vocabulario habitual, gran herencia que me dejó mi madre y que digo con orgullo.
Por otra parte, mi hermano y mi primo también destacaron por sus palabras para denominar alimentos, animales o cosas. Merece destacar las CROQUETAS CON PALO, que para mi hermano eran ni mas ni menos que esos muslitos de surimi con pinza de cangrejo incluida, rebozados y que peregrinamente recuerdan al cangrejo.
Los pistachos no son pistachos. Según mi primo, son PANCHITOS CON CASITA (entendamos panchitos como cacahuetes pelados y fritos). Este mismo primo, ofuscado cuando su madre le regañaba porque se empeñaba en decir MURCIÉGALO, afirmo rotundo que a partir de ese momento, en lugar de MURCIÉGALO diría PAMPIRO!! También el creó la palabra ALMÓNGARAS para denominar a las albóndigas, SEGOLLA para la cebolla y PIASQUERO para el plástico...
Como veis, todo un mundo de palabras. Tengo que pedir permiso a ciertas personas para continuar con este tema, porque conozco a cierta persona que de esto casi creó un mundo paralelo. Ya os informaré.
Adorable post. Si que son palabras bastante peculiares y por mi nunca escuchadas (o leídas) excepto dos: apergollar y arrellanarse. La primera la usamos aqui (en México) muy poco pero es más o menos como golpear a alguien!!! y la segunda la usamos en el mismo sentiodo que has indicado.
ResponderEliminarLo máximo fueron los panchitos con casita y las viejas pellejas, jajaja. Me encanta aprender nuevas y raras palabras.
Un beso
Hola! Gracias por pasarte por mi blog y comentar. Lo de los comentarios es porque aún no les había dado a publicar jeje, pero ya los he visto. Pues os va a encantar Bélgica, sobretodo si te gusta la arquitectura y el arte. Te cuento, yo estuve en Bruselas, Brujas, Gante y Amberes, durante 5 días. Bruselas no nos gustó mucho. Amberes normalita. Y Brujas y Gante lo mejor, una pasada. De las demás no te puedo decir. Encontré varias tiendas interesantes, estoy preparando el post, el día 1 de Septiembre lo público. Si tenéis alguna duda sobre los trenes o algo mandarme un mail y os cuento. Saludos
ResponderEliminarAPERGOLLARLO, da miedo! Parece que te van a cortar la cabeza.
ResponderEliminarMe mola lo de panchitos con casita, pero qué largo, no? jajaja
Besos
jajajaa¡¡¡ No conocía ninguna excepto "furrufalla" (soy de Zaragoza¡¡¡) Me ha encantado el post. Un abrazo.
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