Curioso pais nuestra querida piel de toro...Somos un país de lo más curioso, dividido a veces por las tonterías más grandes, dividido por políticos incompetentes, divididos por agresivos medios de comunicación, dividido por rancias y añejas instituciones como la Iglesia Católica, dividido, en definitiva, por cualquier cosa capaz de dividir. A veces somos pasotas o muy pasotas, y nos quejamos por cualquier soplapollez. Como nos pongamos borricos, nada ni nadie nos sacará de casa para protestar por aquello que no nos guste....hasta que llegó el Mundial.
Me resulta curioso como un deporte como el fútbol puede hacer cambiar la mentalidad de más de la mitad de la población de este país. Lo que los políticos y gobernantes rompen con leyes a veces absurdas, lo unen 23 chavales pateando un balón. Y se rompen las rígidas barreras de las clases sociales y de las afiliaciones políticas, se abrazan y saltan al unísono el inmigrante senegalés y el estirado señorito andaluz, el campechano paisano de Gijón con el urbanita catalán del Paseo de Gràcia, etc. En ese momento, todos compartimos la misma ilusión, la misma sonrisa, los mismos nervios, la misma bandera...
Ese es el tema del que más se ha hablado casi en toda España, de la bandera. Por lo menos aqui en Pamplona ha sido algo bastante comentado, ya que esta peculiar ciudad nunca se había visto en una situación de este tipo. Aprovechando las instalaciones sanfermineras se puso la pantalla gigante para seguir los partidos de España, lo que fué un rotundo exito. La gente que había por allí, sobre todo turistas, ya iban bien pertrechados de camisetas y banderas, lo que motivó que muchos de los pamploneses que viven atenazados por el miedo a los que no piensan como ellos en este espinoso tema del soberanismo vasco, euskal herria, independencia y tal, salieran tambien a las calles a animar a España enfundados en la elastica roja.
Me han gustado estas demostraciones de valentía, no solo en Pamplona, sino tambien en Barcelona o Bilbao y Barakaldo (pantalla gigante en un fronton, simbolo del deporte vasco por excelencia, como es la pelota!!). No soy ningún defensor a ultranza de esa España Grande y Libre que se proclamaba en años anteriores. Más bien soy defensor de la España plural, tolerante y abierta, con multitud de gentes de origenes diversos, con diferentes tipos de carácter y modos de vivir y de sentir, que se sean libres de actuar según como les dicte su conciencia, siempre dentro de los limites del respeto, la eduación y la tolerancia. No me gustan esos que se molestan porque una persona piense de manera diferente a ellos, e intenten sabotear un acto pacífico y festivo como pueda ser un partido de futbol o cualquier otro acontecimiento que reuna a las masas.
Me ha gustado mucho, muchísimo, el ver a la gente disfrutando del triunfo de la Selección de futbol, defendiendo unos colores que, de otra manera, algunos colectivos se han apropiado. No entiendo porque en diversas manifestaciones dentro del ámbito de nuestro país algunas personas enarbolan banderas de España para protestar por la gestión de los dirigentes políticos o sociales. ¿Quieren decir que, por ejemplo yo, que soy votante de izquierdas, soy menos español que ellos? Eso no es así, y me fastidia bastante. Yo no tengo ninguna necesidad de ir por la calle diciendole a la gente que soy español, llevando cinturones, pulseras o cuellitos de polo con banderitas. Yo soy manchego residente en Pamplona, español y europeo....y ciudadano del mundo si hace falta, y con mucho orgullo. El sentimiento de pertenencia a una u otra sociedad uno lo debe llevar en su interior, en sus sentimientos y, cuando las circunstancias los requieran, estar orgulloso de tu país y proclamarlos a los cuatro vientos.
Cuando estuve en Letonia con la beca Erasmus, la gente ya me conocía como "el español", porque no me cansé de hablarles de la soleada, luminosa y bonita España y sus gentes. Me emocionaba cuando veía productos españoles como naranjas valencianas y vinos de Rioja y Valdepeñas en los supermercados de una pais tan lejano y tan remotamente diferente a España. Cuando veía la rojigualda en algun hotel o cartel, me sentía orgulloso de mi pais y de mi gente, y la añoraba un poco más.
En fin, no me quiero extender en estos temas, que luego pueden dar lugar a malentendidos. Solo quería expresar algunos sentimientos que con el brillante triunfo de la selección han surgido en mucha gente. Solo deseo que todos seamos felices dentro del ámbito de un gran territorio diverso, que luchemos por sacarlo adelante en momentos delicados y que nos sintamos orgullosos de ser quien somos, dando igual de donde vengamos y a donde nos encaminemos.
Me resulta curioso como un deporte como el fútbol puede hacer cambiar la mentalidad de más de la mitad de la población de este país. Lo que los políticos y gobernantes rompen con leyes a veces absurdas, lo unen 23 chavales pateando un balón. Y se rompen las rígidas barreras de las clases sociales y de las afiliaciones políticas, se abrazan y saltan al unísono el inmigrante senegalés y el estirado señorito andaluz, el campechano paisano de Gijón con el urbanita catalán del Paseo de Gràcia, etc. En ese momento, todos compartimos la misma ilusión, la misma sonrisa, los mismos nervios, la misma bandera...
Ese es el tema del que más se ha hablado casi en toda España, de la bandera. Por lo menos aqui en Pamplona ha sido algo bastante comentado, ya que esta peculiar ciudad nunca se había visto en una situación de este tipo. Aprovechando las instalaciones sanfermineras se puso la pantalla gigante para seguir los partidos de España, lo que fué un rotundo exito. La gente que había por allí, sobre todo turistas, ya iban bien pertrechados de camisetas y banderas, lo que motivó que muchos de los pamploneses que viven atenazados por el miedo a los que no piensan como ellos en este espinoso tema del soberanismo vasco, euskal herria, independencia y tal, salieran tambien a las calles a animar a España enfundados en la elastica roja.
Me han gustado estas demostraciones de valentía, no solo en Pamplona, sino tambien en Barcelona o Bilbao y Barakaldo (pantalla gigante en un fronton, simbolo del deporte vasco por excelencia, como es la pelota!!). No soy ningún defensor a ultranza de esa España Grande y Libre que se proclamaba en años anteriores. Más bien soy defensor de la España plural, tolerante y abierta, con multitud de gentes de origenes diversos, con diferentes tipos de carácter y modos de vivir y de sentir, que se sean libres de actuar según como les dicte su conciencia, siempre dentro de los limites del respeto, la eduación y la tolerancia. No me gustan esos que se molestan porque una persona piense de manera diferente a ellos, e intenten sabotear un acto pacífico y festivo como pueda ser un partido de futbol o cualquier otro acontecimiento que reuna a las masas.
Me ha gustado mucho, muchísimo, el ver a la gente disfrutando del triunfo de la Selección de futbol, defendiendo unos colores que, de otra manera, algunos colectivos se han apropiado. No entiendo porque en diversas manifestaciones dentro del ámbito de nuestro país algunas personas enarbolan banderas de España para protestar por la gestión de los dirigentes políticos o sociales. ¿Quieren decir que, por ejemplo yo, que soy votante de izquierdas, soy menos español que ellos? Eso no es así, y me fastidia bastante. Yo no tengo ninguna necesidad de ir por la calle diciendole a la gente que soy español, llevando cinturones, pulseras o cuellitos de polo con banderitas. Yo soy manchego residente en Pamplona, español y europeo....y ciudadano del mundo si hace falta, y con mucho orgullo. El sentimiento de pertenencia a una u otra sociedad uno lo debe llevar en su interior, en sus sentimientos y, cuando las circunstancias los requieran, estar orgulloso de tu país y proclamarlos a los cuatro vientos.
Cuando estuve en Letonia con la beca Erasmus, la gente ya me conocía como "el español", porque no me cansé de hablarles de la soleada, luminosa y bonita España y sus gentes. Me emocionaba cuando veía productos españoles como naranjas valencianas y vinos de Rioja y Valdepeñas en los supermercados de una pais tan lejano y tan remotamente diferente a España. Cuando veía la rojigualda en algun hotel o cartel, me sentía orgulloso de mi pais y de mi gente, y la añoraba un poco más.
En fin, no me quiero extender en estos temas, que luego pueden dar lugar a malentendidos. Solo quería expresar algunos sentimientos que con el brillante triunfo de la selección han surgido en mucha gente. Solo deseo que todos seamos felices dentro del ámbito de un gran territorio diverso, que luchemos por sacarlo adelante en momentos delicados y que nos sintamos orgullosos de ser quien somos, dando igual de donde vengamos y a donde nos encaminemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario