Un año en el blog se merece la mejor de las sonrisas!!!

Hace un año se me ocurrió la brillante idea de meterme en Blogger, coger una plantilla ya prediseñada, buscar la foto de un mandril vociferante y ponerme a escribir sandeces. 56 desdichados han cogido por costumbre el leerme de manera más o menos habitual y en 110 post, he contado diversas burradas, anécdotas, chanzas, peripecias, alegrías y alguna que otra tristeza. Ha servido para que mucha gente me conozca un poco y otros demasiado. Algunos habrán huido y otros se mantienen expectantes, para ver si la suelto más gorda.

En mi caso particular, este blog me ha servido para recordar muchas de las vivencias que he tenido y que quedaban almacenadas en algún rincón de mi disco duro cerebral. Otras historias han ido llegando con el paso de los meses y han sido merecedoras de ser incluidas. Tengo muchas cosas para contar, pero últimamente estoy un poco seco de ideas y no encuentro el hilo conductor para poder sacarlas a la luz. A ver si mi situación laboral mejora un poco y eso me sirve para despejarme un pelín.

Evidentemente, una de las mejores cosas del blog es que te va llevando hacia otros blogs…y eso ha sido lo mejor de todo. En estos 12 meses he leido cosas tan sumamente maravillosas y divertidas que simplemente por ello, ya ha merecido la pena. Muchos de esos blogs han llegado hasta mi gracias a sus autores que, de alguna manera, dieron conmigo y se tomaron la molestia de dejarme un comentario. De todos esos lectores, 56 figuran en mi escritorio como seguidores. A todos vosotros, MIL GRACIAS por seguirme, es un autentico placer teneros ahí. Moli, Esthertxu, Srta. Puri, Cris (espantapájaros), Ana (de ratones y mujeres), La mujer tirita, Dra. Jomeini, Arturo Skywalker, To me pasa a mi, tonterías las justitas, limón, Drama mamá….nos os podéis imaginar lo que me alegro de haberos encontrado, sois la repera todos. GRACIAS.

En este punto es bueno ponerse serio y formal y entonar un “mea culpa” por todo aquello que haya dicho y que haya sentado mal a alguien. Evidentemente, no es mi estilo faltar al respeto a nadie (solo a algunos que se lo merecen y mucho), pero siempre puedes decir algo con buena intención y que resulte agresivo, malsonante u ofensivo. Si en algún momento he aparecido como engreído, presumido, petulante, borde, maleducado o algo similar, habrá sido de manera casual, puesto que no soy así realmente (los que me conocen bien pueden confirmarlo: soy un cacho de pan sin maldad).