Hoy es un día especial para mucha
gente, sobre todo para los pamploneses y pamplonesas: hoy es San Fermín, y la
ciudad está envuelta en una vorágine de ruido, fiesta, alcohol y juerga. Para
otros, como es mi caso, también es un día especial, ya que tal día como hoy, mi
madre cumpliría la nada despreciable cantidad de 57 años. En mi particular
pequeño homenaje de todos los 7 de julio, voy a tomar prestado un tema que una
gran blogger utilizó para hablar de su padre, en uno de los posts publicados
por ella que más me ha gustado, puesto que me sentí muy reflejado en el. El
tema de ese post de Moli fue el del, como ella lo denomina, "luto hacia adelante".
Que nadie se piense, al escuchar
del luto, que voy vestido de riguroso negro y con una pena infinita que me
embarga, como a los famosos. Cuando mi madre murió, en ningún momento se me
pasó por la cabeza vestirme de negro, ya que ella misma consideraba esa
costumbre como una soberana tontería. Habitualmente, cuando la gente guarda
luto no deja de recordar cómo era esa persona, la de cosas que hicieron juntos,
todo lo que vivieron, etc. Para mí, a pesar de que todos los días me acuerdo de
mi madre, lo que más rabia me da es pensar que yo tengo que vivir (espero)
muchos años sin que ella esté presente.
Desde que ella murió, he vivido muchas
cosas sabiendo que no puedo contárselas, y cuando tengo en mente algún plan,
proyecto, pensamiento, sé que no voy a poder contárselo. Y eso jode mucho.
Inevitablemente, aunque han pasado
"solo" cinco años desde que se fue, yo he cambiado. No se si a mejor
o a peor, pero he cambiado. Cuando ella murió yo era un pobre pringado sin nada
en esta vida, con un trabajo precario y mal pagado, con la idea en mente de
irme de Puertollano en busca de un futuro algo mejor. Ella sabía que yo iba
masticando la idea de irme a Pamplona con Ester y en el fondo le parecía bien,
ya que siempre me apoyo en las decisiones que yo tomaba gracias a mi prudencia
(nunca he hecho ninguna locura sin pensármelo dos veces, el riesgo no va
conmigo). En estos cincos años he afianzado mi relación con Ester (pasar de
estar a 600 km a vivir en los mismos 65 m2 une mucho, las cosas como son!!),
tengo un gato precioso y ninguna deuda, pero sigo siendo el mismo pringado sin
nada, incluso sin trabajo. La de veces que he pensado en los consejos que me
podría dar en los momentos de bajón que he tenido...
Me pongo a pensar la de veces que
vendría a Pamplona a visitarme junto con mi padre, para pasar un fin de semana
en la ciudad. Me juego la vida a que le encantaría esta ciudad y disfrutaría
mogollón pudiendo pasear por la calle Carlos III, comer un pintxo en la
Estafeta, ver los ciervos de la Taconera, pasar un día en Logroño con los
padres de Ester, visitar los preciosos lugares que hay en Navarra o La Rioja,
etc. Seguro que se sorprendería al ver lo bien que he aprendido a cocinar,
siempre recordando sus sabias lecciones acerca de lo básico que es "un
buen sofrito con ajo, cebolla, pimiento y tomate" (añadiéndole a esto
cualquier otra cosa puedes mover el mundo!!).
Es un asco no poder contarle a tu
madre que has ido a un concurso de la TV, para que luego ella pueda presumir de
lo guapo que sale su retoño en pantalla. Es una pena no poder compartir con
ella uno de mis proyectos personales en el mundo del diseño, que quiero vender
a todo el mundo perruno y, si me sale bien, seguir adelante con más cosas que
tengo en mente. Ella no sabrá nunca que he cambiado la forma de peinarme, que
visto más juvenil que hace diez años, que ahora no me importa comerme la
tortilla fría o que sigo pensando ponerle su nombre, Isabel, a la niña que
puede que algún día tenga como hija...bueno, eso si que lo sabe, porque se lo
dije a ella personalmente un día estando en su cama, cuando ya estaba muy
enferma y ella era completamente consciente de lo que le iba a pasar. Aún así,
a pesar de sus dolores y de su tristeza, cuando le dije que quería que mi hija
se llamara Isabel, la vi sonreir....
Feliz cumpleaños, mama!!
No parece que te haga falta que te animen, así que sólo digo feliz cumpleaños :)
ResponderEliminarTe he escrito alguna vez. Tenemos algunas cosas en común.
ResponderEliminarHoy cumpliría tu madre 57, los mismos que tenía la mía cuando el cáncer pudo con ella.
Era de Chillón, que deberías saber dónde está.
Tengo una perra preciosa y algún día te pediré que hagas un dibujo de ella.
Pamplona no es mal sitio, pero echo de menos el calor.
Feliz cumpleaños.
Beatriz
Esto es precioso. Es descarado, leyendo tu blog, que has sido y eres un buen hijo y que Isabel se ha sentido muy orgullosa de ti.
ResponderEliminarEsta vida es muy puta, pero hay que sonreír mientras podamos.
Abrazos y besos para los tres.
...................................Jul 7/12
ResponderEliminar~Pequenyo y
tan Grande~
Llueve en el ocaso
de la partida breve,
de los hombres y reses
que salen "en furia,
de la estancia en las ancianas
que se quedan en las puertas
de sus casas...
Quizas alguien menos
no volvera, sin adios,
un amor de la vida
en un lento atardecer
espera "las horas muertas
por alguien que no va a venir...
Un vaso de vino
brindara con otros vasos
y festejaran felices
en los abrazos de una amada,
se diran dichosas palabras
que no pueden estar
sin el uno y se besaran,
mientras tanto sigue la Fiesta.
Ysa,
Felicidad te deseo!!
UN besazo
ResponderEliminarAy me he emocionado un poco, felicidades, chico. Sé de lo que hablas, a mi este año me parece increible no poder hablar de como va el tour con mi padre, ya ves tú, que chorrada, pero el tour me pone triste.
ResponderEliminarbesos
Amaya
Que bella entrada, sé lo que sientes. Paso lo mismo cuando es día de las madres, navidad y por supuesto sus cumpleaños.
ResponderEliminarElla enfermo cuando tenía 15 años y murió cuando cumplí 17.
A pesar de que han pasado 10 años, no puedo olvidarla ni dejar de extrañarla.
Una vez más que bella entrada.
¡Salu2!