miércoles, 6 de febrero de 2013

Nuevo Blog




Damas, caballeros, amigos todos. Vuelvo por estos lares para anunciaros que he inaugurado hace escasas semanas un nuevo blog dedicado a la gastronomía, donde publico mis recetas, reseñas de restaurantes, guías gastronómicas de ciudades, curiosidades, anécdotas, etc. Me encantaría que os pasarais por ahí, os hiciérais seguidores y colaborarais con ideas, comentarios, sugerencias, etc. No voy a dejar este blog pero si que tengo interés en darle vidilla al otro, porque quiero que me sea de utilidad práctica. También intentaré ser constante con este y seguir publicando historietas, a ver si vuelvo a encontrar la inspiración, jeje.

Lo dicho, sois todos bienvenidos. Un saludo

martes, 11 de diciembre de 2012

La mala eduación


En España hay gente muy maleducada. Pero mucha, mucha. Y me ponen negro.


Comentaba Cristina que a veces, cuando le toca currar los fines de semana en la redacción del periódico, entra alguna persona en la sala donde ella está, completamente sola, la ven y no tienen el detalle de decir un simple "hola" o un más educado "buenos días" o "buenas tardes".

Entiendo que la gente pueda estar, a causa de los momentos que todos estamos atravesando, un poco más agobiada, triste, cabreada o desilusionada. Pero eso no es obstáculo para ser agradable, ya que cuesta exactamente lo mismo que ser desagradable o borde.

A cada paso que doy me encuentro con situaciones de este tipo que hacen que me tenga que morder la lengua, y cualquier día me voy a envenenar con mi propia ponzoña, porque no soy lo suficientemente borde como para soltarlo y quedarme tan ancho. Por ejemplo, hace poco estuvimos de visita en una bodega en Olite. Había unas parejas con unos cuantos críos, los cuales se separaban de ellos para ir a tocarlo todo, dando golpes en los depósitos de aluminio, barandillas, escaleras y todo aquello que les apeteciera. Por supuesto, sus padres no les decían absolutamente nada, que es lo que más me cabrea. Para ellos, sus niños solo se estaban divirtiendo un poco en un sitio super-aburrido para un crío de 5 y 8 años (déjalos en casa o si no puedes, explícales donde los vas a llevar para que se comporten), y poco les importaba que algunos de los allí presentes si quisiéramos enterarnos de las explicaciones de la guía. Tampoco les parecía importar mucho las miradas que la guía echaba de vez en cuando al sitio del cual provenían los ruidos. Y me tengo que contener para no decirles nada, porque no son mis hijos y paso de broncas con un padre que tendrá, posiblemente, muy poca educación.

Caso similar fue el de unos niños en una visita guiada al Palacio de Navarra, sede del gobierno regional. Si sabes que tienes unos hijos quejicas que no aguantan ni medio minuto en un sitio, plantéate tus ratos de ocio de otra manera, pero deja de hacer el gili y de molestar con tus hijos. En este caso, como uno de los niños que acompañaban a sus padres se había cansado de estar de pie 5 minutos, decidió que lo mejor era tirarse todo lo largo que era en una de las alfombras del edificio y reptar cual lombriz por el suelo. La madre solo acertaba a decirle, cansinamente y sin ningún fundamento: "fulanito, ven aquí, no te tires al suelo, que molestas"...coño, lo levantas de una oreja, le pellizcas, le pegas un azote y le dijes que le vas a sacar los higadillos si se porta mal...estamos criando mendrugos!!! Luego tiene que venir la Supernanny y el Hermano Mayor, normal!!
Estos son algunos ejemplos de lo mal que educan los padres a sus hijos. Evidentemente, los niños aprenden de los mayores que les sirven de ejemplo. Y gente maleducada con más de 40 hay por doquier, y cada día más. Un ejemplo que me requema día tras día se da muy cerca de mi casa. Concretamente, en un ascensor urbano que comunica mi barrio con el casco antiguo de Pamplona. Son dos ascensores que salvan un desnivel de 50 metros en diagonal y muy útiles para no tener que subir dos cuestas bastantes pronunciadas. Los ascensores son grandes, con capacidad para 20 personas más o menos (dependiendo de lo bien o mal que se coloquen o de su volumen corporal). Funcionan las 24 h. del día y en ellos se permite que suban silletas de niños y bicicletas. El acceso de animales está prohibido. Pues bien, hay algunas personas que esto no lo entienden del todo bien, sobre todo cuando hacen acto de presencia los malditos ciclistas y su puta manía de querer ir pedaleando por la ciudad.

Yo suelo coger este ascensor de manera habitual, incluso cuando voy en bici. Si hay mucha gente esperando, motivo a mis piernas y las invito a subir la cuesta, que cuesta un poco pero al final se sube. El problema es que subiendo la cuesta me desvió considerablemente de  la ruta que seguiría si subiera en el ascensor. Si veo que no hay mucha gente me espero y aguardo mi turno en la fila educadamente. Es más, si veo que hay mucha gente delante de mi y que podría molestarles con la bici, prefiero esperar un minuto más y colocarme en el otro ascensor para subir el primero y poder colocar al bici a un lado sin manchar y ocupando el mínimo espacio posible. Pues bien, se han dado ocasiones en que, estando el primero para entrar, en cuanto el ascensor se ha quedado vacío de la gente que baja, todos los que estaban detrás de mi me se han colado sin ningún pudor, dejándome con una cara de gilipollas que sería para enmarcarla.

Otras veces consigo subir y no suele faltar el típico cascarrabias de las narices con ganas de bronca que empieza a refunfuñar porque hay una bici dentro (la mía o la de cualquier otro ciclista), porque quitan espacio, porque somos unos señoritos que solo queremos la bici para pasearnos, que si tenemos una bici para hacer deporte, podríamos subir la cuesta con ella, bla, bla, bla. De verdad que me muerdo la lengua para no saltar. Dentro de este colectivo de cascarrabias se encuentran los miembros de un clan familiar que viven justo al lado del ascensor. No tienen ni un ápice de educación y se piensan que el ascensor es suyo, para que bajen a visitar a sus primos que viven en el barrio de abajo (ahora hablaré de ellos). Pues bien, se enfadan a menudo si el ascensor está a punto de subir y lo paramos para que entre algún otro transeúnte que viene corriendo y que tiene espacio de sobra para entrar. Empiezan con su retahíla de "pues que apretaditos vamos a subir", "si queréis lo paráis para que entre todo el barrio", "pues vaya, a otro que tenemos que esperar"...me ponen más negro que "quemao", no puedo soportarlo. Me parece de un egoísmo supremo, sobre todo cuando pueden entrar 20 personas y ellos quieren subir solo con 10 o 12. 

También se quejan mucho de las bicicletas y de que podían subir por la cuesta para hacer ejercicio. El que más lo dice es uno gordinflón que podía dar ejemplo y subir por la cuesta para bajar la barriga que ha criado en su casa, ya que, como es habitual, no se le conoce un trabajo "legal". Ah, y estos tienen perro, y por supuesto, lo suben en el ascensor, pero las bicicletas, "mire usté, molestan mucho a las persona humana que tenemos que utilizar el ascensor".

Los miembros de este clan familiar (sin ánimo de ofender, pero como son reincidentes en algunas cosas, no te queda más remedio que fijarte en ellos), con poca o nula eduación, son muy aficionados a coger algo del supermercado, llevarlo de acá para allá y si al final no les interesa o no les llega el dinero, dejarlo en el primer sitio que encuentran. Es fácil encontrarse una tarrina de helado derritiéndose con los biscottes integrales, una sarta de chorizo dulce con los destilados de grano y malta o rollos de cocina monocapa junto con los muslitos del mar..para que lo van a dejar en su sitio? Si tu crío va cogiendo botes de todos los lineales, déjalos donde pilles, no te molestes en dejarlos en su sitio. O si te comes una bolsa de patatas mientras haces la compra y al final pasas por caja la bolsa vacía para que te la cobren, como ya te las has comido, para que te las vas a llevar? Pues déjala en la caja junto con los folletos de las ofertas, por si alguien quiere chupar los restos...no puedo con estas cosas.

Abuelas que se cuelan por cualquier sitio y se ofenden si te pones serio y les llamas la atención, taquilleros del autobús urbano que te miran con cara de mula y no responden a tu "buenos días", gente que se empeña en sembrar de colillas el césped de una piscina pública (se las hacía tragar a todo ellos), fumadores que se salen a la "calle" a fumar pero se quedan en la entrada, y el humo no sale, se queda dentro con ellos, con la consiguiente molestia. Siguiendo con este tema, fumadores que tiran las colillas al suelo, junto al cenicero puesto para su depósito. Gente que tiene la puta manía de pararse en medio de la puerta de entrada de cualquier recinto a charlar animosamente, molestando a los que entran o salen. 

Y dentro de este grupo, un gilipollas que me tocó las narices el fin de semana pasado en Logroño. Entrábamos en un bar muy estrecho, hice algún esfuerzo por "apartar" a la gente para poder pasar al fondo, y notaba un codo que alguien me clavaba de forma ostentosa y descarada. Me cagué en sus muertos y no le di más importancia. Al salir, como si me estuviera esperando, volvió a clavarme el codo cuando me puse a su lado. Hice ademán de zafarme de él y el tío seguía con el codo en mis costillas. Le miré y le dije que si estaba de coña y me dice que eso lo hace para que la próxima vez no le vuelva a empujar...tuve que contenerme para no soltarle un improperio porque había cenado muy bien y no quería que se me cortara el buen rollo. Que pena que Dios, cuando repartió los dones, no me diera el don de ser un "borde" sin remordimientos, porque noto que lo voy necesitando...

jueves, 8 de noviembre de 2012

Ich bin ein Berliner!!!!



Berlín es una ciudad no excesivamente bonita, pero donde se respira un ambiente muy especial.

Berlín es un muro de un palmo de grosor y decenas de kilometros que separó familias, amistades y amores y creo odios y muerte en una ciudad que no tenía la culpa de la actitud y la actuación de sus gobernantes.

Berlín son 2711 bloques de hormigón silenciosos, duros, lisos y tristes, que recuerdan y honran la memoria de los judíos europeos asesinados por la demencia nazi.

Berlín es una bicicleta vieja, de paseo, sin marchas, sin amortiguaciones y sin lujos, pero que te permite moverte por toda la ciudad siendo respetada por peatones y por conductores.

Berlín es un carril bici que discurre por TODA la ciudad, perfectamente señalizado, con sus propias lineas en la carretera, con su propio semáforo y que es recorrido por cientos de bicicletas a diario, haciendo de Berlín una ciudad limpia y cómoda.

Berlín es una salchicha que te puedes comer donde, cuando y como quieras, con pan o sin pan, con mostaza, ketchup con curry o sola, tipo Bratwürst, tipo Frankfurt, tipo Bockwürst o como te dé la gana.

Berlín es cerveza rubia. O bien la típica de la ciudad, la Berliner, o bien la típica cerveza bávara, tipo Paulaner o Hoffbrau, que se bebe en las calles, en los cafés, en los "biergarten" y en cualquier rincón de la ciudad.

Berlín es un kebab como no te lo vas a comer en ningún otro sitio: un pan bien tostado que no se rompe ni se sale, carne de cordero (solo carne de cordero) sabrosa y una ensalada deliciosa con lombarda, pepino, tomate, todo bien picado, con las salsas bien distribuidas por el pan...cojonudo de verdad!!

Berlín es el muñeco del semaforo, conocido como "Ampelmann", que lleva sombrero y tiene hasta varias tiendas por la ciudad. Hay una auténtica fiebre con el monigote.

Berlín es el fosil del "archaeopteryxx" más famoso del mundo, el que sale en todos los libros de ciencias naturales del mundo mundial (el "archaeopteryx" es un género de aves prehistóricas que todavía recordaban a los dinosarios. Seguro que la foto os suena mucho. Este fósil está en el Museo de Ciencias Naturales de Berlín)

Berlín es un telefono público de color fucsia de Deutsche Telekom.

Berlín es una ciudad sin palomas. Su lugar lo ocupan miles de cornejas cenicientas (Corvus corone cornix), de un elegante color gris y negro, muy selectivas con la basura, desechando y tirando al suelo lo que no les gusta para recoger las tarrinas de helado y picotear los dulces restos.

Berlín es la Fernsehturm o "Torre de la Televisión", la versión berlinesa del Pirulí madrileño, que con sus cientoymuchos metros, se puede ver desde toda la ciudad y te sirve de faro para saber que tu apartamento está en aquella dirección. Brillante!!

Berlín es una completa línea de trenes urbanos, elevados y subterráneos, rápidos y efectivos, donde los ciudadanos pueden subir sus bicicletas y sus perros sin que nadie se lleve las manos a la cabeza, se rasguen las vestiduras o blasfemen en arameo u otra lengua muerta.

Berlín son helados en un barquillo dulce, similar a las galletas belgas de mantequilla, de sabores deliciosos y un tamaño bastante majo al precio de 1,20 o 1,50 €. Con esto me doy cuenta de que en España estamos siendo engañados de manera impune por el malvado gremio del helado, que te sopla 2 € como mínimo por una simple bola de helado en un barquillo corriente y moliente.

Berlín es una tarjeta de transportes que te permite viajar por toda la red de transporte público de la ciudad y que ofrece descuentos de hasta un 50% en tiendas, restaurantes, museos y muchas actividades de ocio por 36 € durante 5 días. En Madrid, una tarjeta similar vale casi 70 € (incluye la entrada para toooodos los museos de Madrid, pero creo que es demasiado cara y Madrid es mucho más que solo los museos, te puedes volver majareta con una sobredosis de museos, jeje).

Berlín son personas que se acercan a ti si te ven mirando el mapa del metro o un mapa callejero con cara de "vamos a ver si me ubico" y se prestan a ayudarte o indicarte cualquier dirección.

Berlín es una isla fluvial llena de enormes museos.

Berlín es un museo dedicado al arte antiguo realmente espectacular. Si vais a Berlín, no os perdáis el Museo de Pérgamo, fabuloso!!.

Berlín son porteros de discoteca a los que les haría caso hasta Chuck Norris, os lo puedo asegurar...

Berlín son chicas luciendo un auténtico "rubio natural".

Berlín son coches Mercedes.

Berlín es una calle llamada Kurfürsterdamm que deja a la C/ Serrano y aledañas a la altura del betún en cuanto a número de tiendas de lujo. La secuencia de coches aparcados en esta calle es más o menos la siguiente: Mercedes, Mercedes, Mercedes, Mercedes, Audi, BMW, Mercedes, Mercedes, Ferrari, Mercedes, Lamborghini, BMW, Audi, Jaguar, Mercedes, Ford Fiesta.....¿¿¿¿FORD FIESTA????...¿que coño hace aquí un Ford Fiesta???...Mercedes, Maserati, Mercedes, Mercedes....(y no estoy hablando de un Mercedes clase C, no...hablo de la clase CLS y de ahí, hacia arriba!!)


Berlín es un zoo monumental, el más grande de Europa, con casi 10 mil animales de 1000 especies diferentes, muy bien cuidados, con zonas muy bien acondicionadas y a un precio de 13 euros sin descuento (a nosotros nos salió por 9). El zoo de Madrid vale 22,25 €.

Berlín son restaurantes que cierran a las 9 de la noche y te dejan con sensación de frustración porque no puedes ir y sentarte a cenar a una hora razonable para cenar, coño, que yo no ceno a las 7 de la tarde porque no tengo ganas de cenar...en todo caso, merendar!!

Berlín son suaves mantitas de bonitos colores colocadas en las sillas de las terrazas para que te abrigues con ellas cuando levante el frío otoñal. En España no durarían en las sillas ni 5 minutos!!

Berlín es una bicicleta pintada enteramente de blanco atada a una farola o una valla, en el sitio exacto donde su dueño murió atropellado, y que porta su nombre y/o una foto convirtiéndose para siempre en un monumento a su memoria.

Berlín es una ciudad donde entras a un restaurante thailandés que te ofrece una rica cena con unos precios competitivos anunciados en su carta y que cuando te traen la cuenta, te ha cobrado casi 7 euros por una botella de agua de plástico de 1,5 litros....imaginaos la cara de gilipollas que se nos quedó!!

Berlín es una ciudad a la que tengo que volver porque tengo la sensación de que me dejé muchas cosas por ver y bien merece una segunda visita....

martes, 28 de agosto de 2012

Único e irrepetible...28 años.


Cariñoso, educado, responsable, animoso, animador, respetuoso, inquieto, curioso, optimista, vitalista, humorista, progresista, socialista, solidario, informado, comunicador, interesado, interesante, atento, simpático, encantador, preocupado, fiel, alegre, feliz, seductor, sonriente, cómodo, dispuesto, incansable, ayudante, inteligente, amable, alto, delgado, guapo, moderno, madridista, antibarcelonista, "puertollanarra", castellano-manchego, scout, mordaz, pícaro, sarcástico, irónico, polémico, cabezón, limpio, incansable, valiente (muy valiente), amigo, hijo, hermano, fascinante, maravilloso, genuino, único e irrepetible....

Así era y es Adri, el hermano al que tanto echo de menos, el que hace que ahora mismo esté totalmente emocionado y el que hoy cumpliría (y cumple) 28 años. Con todo lo que estamos viviendo en estos tiempos tan revueltos en lo social, en lo político y en casi todos los ámbitos, el tendría tanto que decir y que opinar que me lo imagino día a día intentando mover y arreglar el mundo desde su ordenador, aporreando el teclado y hablando con gentes de medio mundo.

Como no podía ser menos, este 28 de agosto también tiene su merecido homenaje. Esta vez va acompañado de una canción que no dejo de oir, porque me parece realmente maravillosa. No tiene nada que ver con la música que el escuchaba, pero hoy me ha inspirado para incluirla. Se llama "Tajabone" y la canta Ismaël Lô, un cantante senegalés que me pone los pelos de punta con sus canciones sobre África y su música.

Adri, va por ti...felicidades!!



sábado, 4 de agosto de 2012

Como no ser una drama mamá: LA RESEÑA



Hace un par de años decidí empezar a escribir un blog, para contentar a todos aquellos que me decían que tenía que plasmar en un soporte escrito todas las historias que me habían pasado. Nunca pensé que la forma de contar mi humilde vida a grandes retazos pudiera llamar la atención de una editorial para que, a través de un post en mi bitácora digital, hiciera la reseña de un libro. Pero amigos, la vida te da sorpresas agradables en forma de correo electrónico en el que editorial Planeta (¿habéis oído? editorial PLANETA!!!) te dice que están interesados en mandarte un libro publicado por ellos para que te lo leas y después cuentes que te ha parecido. Si con ello incitas a tus entregados seguidores a interesarse por el y comprarlo, la jugada sale redonda, verdad?

Pues ahí estaba yo, esperando con avidez que me mandaran el libro titulado "COMO NO SER UNA DRAMA MAMÁ. Las 101 frases de tu madre que juraste no repetir", publicado por la periodista pamplonesa Amaya Ascunce. Y claro, la alegría era doble porque ya sabía de qué libro se trataba, puesto que un servidor se había leído de cabo a rabo el blog de Amaya con el mismo título. Lo descubrí de casualidad, buceando por el universo blogger, y solamente tuve que leer un post para engancharme a el. Y me enganché porque inevitablemente me vi reflejado en casi todas las historias que Amaya cuenta.

Todos los que se acercan o ya han pasado de los 30 años han tenido, de una u otra manera, una "drama mamá" en sus vidas. Eran esas madres que te pegaban con la zapatilla, que te esperaban despiertas cuando te retrasabas por la noche, que te hacían comerte la verdura "porque en mi casa mando yo y se hace lo que yo diga" o que te amenazaban con la temida frase "que no me entere yo..."

Pues bien, "la Nena" (que era el "pseudónimo de Amaya antes de tener que confesar su identidad debido al éxito del blog y su transformación en libro) nos cuenta en su obra los 101 consejos con los que tuvo que convivir mientras compartía el hogar maternal e incluso ahora que ya vive de manera autónoma e independiente a 400 km de su ciudad natal. La conversación telefónica diaria siempre acaba con un consejo del tipo "no olvides apagar los fuegos", "no salgas a la calle con el pelo mojado" o "échate un novio pudiente, creyente y sin pendiente". Frente a estos "drama-consejos", "la Nena" habría sido capaz de salir de casa con el pelo chorreando a buscar a un tipo con grandes y vistosos pendientes, acordándose al cabo de un buen rato de que no estar segura de haber apagado los fuegos!!.

Los 101 consejos, desgranados casi como una tragicomedia griega (pueden empezar con unas risas y acabar entre lloriqueos o viceversa) son un compendio de pequeños chascarrillos, recomendaciones, avisos y advertencias que las madres de bien han dado, dan y (esperemos) darán a sus herederos, en aras de protegerlos frente a lo injusto de la vida. La sabiduría maternal es legendaria y, aunque nos pese, suele cumplirse a pies juntillas. Es como un súper-poder que se va desarrollando con los años, como un oído que capta cualquier queja en modo susurro, cualquier mentirijilla inocente o el lanzamiento de una zapatilla con un potente efecto que ya le gustaría tener a un jugador de beisbol!!

Junto con las consecuencias que en su vida han tenido todos los consejos de su drama mamá, Amaya ya piensa como afectarán sus futuros hijos, avisándoles de que muchos de ellos pasarán de madre a hija y que no le va a quedar más remedio que utilizarlo.
Y claro, como "la Nena" no ha sido la única que ha vivido bajo el ojo vigilante y el consejo en la boca de una "drama mamá", en su libro ha recopilado algunas de las versiones de los "drama-consejos" que los lectores de su blog le iban relatando. Al final no somos tan diferentes como nos pensamos.

Y para poner un punto de seriedad en todo este sainete, cada consejo trae la valoración de algunos expertos en psicología infantil, que con su sentencia dan o quitan la razón a la drama mamá. Y es en los casos en los que los métodos de la drama mamá no serían (en boca de los expertos) del todo "correctos" cuando Amaya, por una vez, le podría decir a su madre aquello de: "te lo dije!!"

Amigos míos, reconoced que vuestra madre ha sido y sigue siendo una drama mamá, que os ha puesto de los nervios, que os ha hecho pasar vergüenza y que a veces habéis tenido ganas de retirarle la palabra, pero como dice Amaya de su madre, "me ha enseñado a decir siempre gracias y por favor". Y eso no tiene precio.

Como tampoco tiene precio las carcajadas que me he pegado leyendo el libro, porque la drama mamá es tremenda, pero "la Nena" no se queda atrás con sus ideas retorcidas, sus atrevimientos y sus contestaciones, sabiendo que acababa de ganarse un "pellizco de la muerte" y un par de collejas. Si queréis volver a la infancia durante 380 páginas, ya estáis tardando en ir a la librería y comprar el libro. Y si queréis triunfar, regaládselo a vuestra propia drama mamá, que os lo va a agradecer.

PD: tuve la suerte de conocer en persona a Amaya, "la Nena". No está traumatizada, es una chica feliz, simpática y encantada de la vida con el éxito de su libro. Y tuve más suerte todavía de poder hablar con la auténtica y genuina "DRAMA MAMÁ", la protagonista del libro. Ella no asimila todavía el éxito del libro con los consejos "que dan todas las madres" y le dice a Amaya: "Nena, la que has liado!!".

martes, 17 de julio de 2012

Avanti, que pase el siguiente - Preparativos y precalentamiento



No me llevé la pasta, pero disfruté de una gran experiencia!!
                               Alberto Rodríguez, concursante de AVANTI

Así podría resumir mi primera experiencia televisiva, como un premio de consolación después de quedar fuera de la lucha por las medallas y la gloria. Es lo que tiene el gran circo de la televisión, llenos de luces, cámaras, sonrisillas forzadas y cosas que no son lo que realmente parecen. Aún así, tengo que reconocer que me lo pasé de maravilla, conocí a gente estupenda y ya estoy deseando volver, para probar suerte de nuevo y, quien sabe, volver a casa con una sonrisa de oreja a oreja y las alforjas llenas.

Ya con el billete de tren impreso, me dirigía a paso ligero a la estación de renfe de Pamplona, donde me esperaba el primer tren la de mañana con destino en la ciudad condal. Las 5:45 h. de la madrugada pesaban en los ojos, pero la productora nos necesitaba a primera hora de la mañana en el plató. Tres horas y media de viaje en un tren con asientos semiacolchados pero duros como piedras, pero que resultaba hasta cómodo sabiendo que el viaje no lo tenías que pagar tu y deseando que se retrasase un poquito para poder pillar algo de la devolución si el compromiso de puntualidad fallaba.

Una vez en Sants cogí un taxi que me debería llevar a Sant Just Desvern, localidad de la periferia barcelonesa en cuyo polígono industrial se ubicaban las nuevas instalaciones de Gestmusic Endemol. Como no podía ser de otra manera, di con un taxista un poco inútil que no sabía donde estaban estos estudios y me preguntaba a mi si conocía su ubicación exacta. Como yo estaba más perdido que el, me llevó a los estudios de tv donde el "solía traer a toda la gente que viene a Barcelona a los concursos". Mientras preguntaba en la garita al segurata, el taxímetro corría furibundo hasta rondar los 18 euros, que se redondearon a 20 cuando llegamos al nº 6 de la calle Juan de la Cierva, naves 3 y 5. Al fin había llegado. La carrera del taxi también la pagaba la productora, así daba gusto viajar.

Después de pasar el pertinente reconocimiento por parte del guardia de seguridad, me fui a conocer, en una cafetería cercana, a los que serían algunos de mis compañeros de aventuras, todos ellos "repetidores" por haber participado ya en otro programa sin haber tenido la opción de jugar con el Sobera. Ellos ya hablaban de la posición en la que se colocarían en la escalera y que opciones tendrían de llevarse la pasta. Yo observaba, sin mucho que aportar a la conversación. Poco a poco fueron llegando más compañeros algunos repetidores y otros tan novatos como yo. Entre todos compusimos un variado mosaico de procedencias: Barcelona, Vitoria, Ibiza, Valladolid, Burgos, Valencia, Alicante, Pamplona, Sevilla, etc.

Ana y José fueron los "cicerones" de producción que nos acompañaron en todo momento y nos explicaron con pelos y señales todo lo que debíamos saber sobre el programa y a donde nos teníamos que ir dirigiendo: primero a comer con todos los trabajadores de la empresa: maquillaje, vestuario, cámaras, sonido, iluminación...hasta los invitados al programa (en el primero de ellos Edu Soto (el Neng) y el Chiquilicuatre (no me acuerdo como se llama el actor). No había distinciones en el menú, para todos igual y bastante sencillo: ensalada de judías, ensalada con frutos secos y vinagreta, coca de tomate y queso, acelga con patatas y estofado de ternera. Bebidas frías y fruta fresca para postre. Con la tripa llena todo se veía de otra forma.

El siguiente paso, maquillaje y peluquería. Aquí debo alabar al equipo de peluqueros/as y maquilladoras por el trabajo que hacían: INCREIBLE. Todos los que íbamos a grabar el programa éramos guapos a rabiar (unos más que otros, sin querer yo destacar por encima de los demás, Dios me libre, pero la evidencia ahí estaba), pero después de pasar por esas manos, el resultado era brutal. A los chicos tampoco tenían que hacernos mucho, algo de maquillaje para tapar brillos y peinarnos un poco (a mi, por suerte, no me hicieron ninguna tropelía. Me peinaron siguiendo mis indicaciones). Pero lo de las chicas era bestial. Hay que decir que, en general, todas las chicas con las que he coincidido eran muy guapas, sobre todo las  del primer día. Pero cuando las peinaron y las maquillaron (iban como puertas pero coño, estaban maravillosas) nos quedamos todos a cuadros, nosotros y ellas. Maravilloso, un trabajo realmente espectacular.

El siguiente paso era someterse al duro veredicto del asesor de imagen, que debía decidir si el atuendo que habíamos elegido era el más adecuado para aparecer en tv. Era un tipo bastante peculiar, con sospechosos movimientos de muñeca...vamos, que era más maricón que un palomo cojo (sin ánimo de ofender). Todos conocíamos las restricciones de vestuario que nos habían comentado por teléfono: nada de camisa blanca, negra, rayas o cuadros. Tuve que buscar en el armario camisas que no suelo usar de forma habitual, ya que muchas de las que suelo usar son blancas, de rayas o de cuadros. Por consiguiente, iba a salir en TV con ropa que apenas me pongo, no es genial?? Llevé una camisa burdeos y una azul, siendo esta última la elegida para mi puesta en escena, ya que la burdeos fue rechazada por el "estilista" con un mohín muy singular y una cara de asco terrible. Los pantalones grises y el zapato marrón pasaron la criba sin mayor problema.

Y una vez decidido todo esto, a conocer el plató y el funcionamiento del show. Aunque ya había visto varios programas, había que ponerse en situación y conocer todos los secretillos del mundo de la TV: hay que fingir que nos lo estamos pasando muy bien, disimular el cansancio por el largo viaje, los nervios del "falso-directo", y todo única y exclusivamente en beneficio del público: un programa que se emite en la noche de un viernes durante un par de horas debe ser divertido; si no se consigue entretener al telespectador, este va a cambiar de canal, condenándonos al ostracismo.


Y llegó la hora de vestirse para empezar la grabación....


sábado, 7 de julio de 2012

7 de julio...feliz cumpleaños!!



Hoy es un día especial para mucha gente, sobre todo para los pamploneses y pamplonesas: hoy es San Fermín, y la ciudad está envuelta en una vorágine de ruido, fiesta, alcohol y juerga. Para otros, como es mi caso, también es un día especial, ya que tal día como hoy, mi madre cumpliría la nada despreciable cantidad de 57 años. En mi particular pequeño homenaje de todos los 7 de julio, voy a tomar prestado un tema que una gran blogger utilizó para hablar de su padre, en uno de los posts publicados por ella que más me ha gustado, puesto que me sentí muy reflejado en el. El tema de ese post de Moli fue el del, como ella lo denomina, "luto hacia adelante".

Que nadie se piense, al escuchar del luto, que voy vestido de riguroso negro y con una pena infinita que me embarga, como a los famosos. Cuando mi madre murió, en ningún momento se me pasó por la cabeza vestirme de negro, ya que ella misma consideraba esa costumbre como una soberana tontería. Habitualmente, cuando la gente guarda luto no deja de recordar cómo era esa persona, la de cosas que hicieron juntos, todo lo que vivieron, etc. Para mí, a pesar de que todos los días me acuerdo de mi madre, lo que más rabia me da es pensar que yo tengo que vivir (espero) muchos años sin que ella esté presente. 

Desde que ella murió, he vivido muchas cosas sabiendo que no puedo contárselas, y cuando tengo en mente algún plan, proyecto, pensamiento, sé que no voy a poder contárselo. Y eso jode mucho.

Inevitablemente, aunque han pasado "solo" cinco años desde que se fue, yo he cambiado. No se si a mejor o a peor, pero he cambiado. Cuando ella murió yo era un pobre pringado sin nada en esta vida, con un trabajo precario y mal pagado, con la idea en mente de irme de Puertollano en busca de un futuro algo mejor. Ella sabía que yo iba masticando la idea de irme a Pamplona con Ester y en el fondo le parecía bien, ya que siempre me apoyo en las decisiones que yo tomaba gracias a mi prudencia (nunca he hecho ninguna locura sin pensármelo dos veces, el riesgo no va conmigo). En estos cincos años he afianzado mi relación con Ester (pasar de estar a 600 km a vivir en los mismos 65 m2 une mucho, las cosas como son!!), tengo un gato precioso y ninguna deuda, pero sigo siendo el mismo pringado sin nada, incluso sin trabajo. La de veces que he pensado en los consejos que me podría dar en los momentos de bajón que he tenido...

Me pongo a pensar la de veces que vendría a Pamplona a visitarme junto con mi padre, para pasar un fin de semana en la ciudad. Me juego la vida a que le encantaría esta ciudad y disfrutaría mogollón pudiendo pasear por la calle Carlos III, comer un pintxo en la Estafeta, ver los ciervos de la Taconera, pasar un día en Logroño con los padres de Ester, visitar los preciosos lugares que hay en Navarra o La Rioja, etc. Seguro que se sorprendería al ver lo bien que he aprendido a cocinar, siempre recordando sus sabias lecciones acerca de lo básico que es "un buen sofrito con ajo, cebolla, pimiento y tomate" (añadiéndole a esto cualquier otra cosa puedes mover el mundo!!).

Es un asco no poder contarle a tu madre que has ido a un concurso de la TV, para que luego ella pueda presumir de lo guapo que sale su retoño en pantalla. Es una pena no poder compartir con ella uno de mis proyectos personales en el mundo del diseño, que quiero vender a todo el mundo perruno y, si me sale bien, seguir adelante con más cosas que tengo en mente. Ella no sabrá nunca que he cambiado la forma de peinarme, que visto más juvenil que hace diez años, que ahora no me importa comerme la tortilla fría o que sigo pensando ponerle su nombre, Isabel, a la niña que puede que algún día tenga como hija...bueno, eso si que lo sabe, porque se lo dije a ella personalmente un día estando en su cama, cuando ya estaba muy enferma y ella era completamente consciente de lo que le iba a pasar. Aún así, a pesar de sus dolores y de su tristeza, cuando le dije que quería que mi hija se llamara Isabel, la vi sonreir....


Feliz cumpleaños, mama!!