En mi último post hice referencia
a la actitud de algunos de mis compañeros de residencia universitaria cuando se
hacían el bocata, colocando el salchichón con el cuchillo, muy fino ellos. Pues
bien, he aquí el momento de hablar de mi vida en ese recinto durante mi vida
universitaria, que da para unos cuantos posts.
Por si algunos no lo saben,
estudie Bellas Artes en Cuenca. Cuando fui a ver la facultad vi que justo
enfrente había una residencia universitaria. Decidí solicitarla por su cercanía
a la facultad, aunque estuviera a tomar por culo del centro de Cuenca: yo iba a
estudiar, no a pasearme por el centro de la ciudad. Esa residencia, la que fue
mi hogar durante cuatro intensos años, se llama R.U. Bartolomé de Cossío,
aunque es famosamente conocida como "Cossío puterío". Que cada uno
saque sus propias conclusiones acerca de este apodo, jeje.
Una rápida descripción del sitio
en cuestión sería la siguiente: residencia pública, subvencionada por la Junta
de Castilla La Mancha, laica, mixta, abierta las 24h., de carácter abierto e
informal. Al ser subvencionada, los precios eran bastante atractivos. Durante
mis primeros años se pagaba una mensualidad de unas 41 mil pelas, con todo
incluido. Los precios que tiene ahora son de 380 € al mes, una subida
considerable, pero claro, han pasado 14 años!!. En comparación con otras
residencias o colegios mayores, es un chollazo. Por ejemplo, si lo comparo con
uno de los colegios mayores de Pamplona, vinculado al Opus, la diferencia es
abismal: estos chavales (o mejor dicho sus padres) pagan entre 900 y 1100
euritos al mes. Y no penséis que estos chicos, por pagar ese pastón, tienen más
ventajas que he tenido yo, por ejemplo. O si, depende de cómo lo veas: ellos
pueden presumir de tener una capilla y misa diaria, yo podía presumir de tener
chicas y unas ventanas de fácil acceso si eras medianamente ágil...Ah, y a
nosotros no nos pedían entrevista personal con nuestros padres: tu solicitabas
las residencias que querías y te adjudicaban una de ellas, fueras como fueras.
En Pamplona te hacen una entrevista personal: si no das el perfil que buscan (y
la cuenta corriente de tus padres es adecuada) no te cogen, son así de radicales.
Teníamos de todo lo necesario para
disfrutar de una convivencia de lo más interesante, con muchas comodidades y
servicios: sala de prensa, fonoteca, videoteca, 8 salas de TV (una por cada
"hogar"), sala de informática, 8 salas de estudio, salón de actos,
cafetería, biblioteca, gimnasio, discoteca, laboratorio de fotografía, taller
de video, taller de pintura, pista polideportiva, piscina, etc. Estaba todo incluido
en el precio: menú completo de lunes a viernes y desayuno y comida los fines de
semana, limpieza diaria de la habitación, cena especial de navidad, fiesta de
verano, concurso de calderetas, semana cultural, excursiones, etc. Vamos, un
lujo de sitio en el que vivir rodeado de gente durante 4 fantásticos años.
Las habitaciones eran triples,
dobles e individuales (ahora solo hay dobles e individuales. Si una pareja
quiere convivir junta en una habitación doble, se puede solicitar, tan
ricamente!). Durante los dos primeros años era obligatoria la habitación triple
o doble (estas eran muy pocas, si te tocaba, te tocaba). Las individuales se
concedían a partir del tercer año, y eso es lo que yo hice en mi 3er y 4º año,
con la consiguiente intimidad y tranquilidad que te da vivir solo.
Como he dicho antes, la
residencia es mixta, con una cierta paridad entre sexos. La residencia estaba
dividida en varios edificios que albergaba los diversos "hogares", 8
en total: dos edificios con 3 hogares cada uno y otro más pequeño con 2.
Hogares 1, 2, 3 y 7, de chicas. El resto de chicos. Había libertad de
movimientos para ir donde quisieras sin ningún tipo de restricción, con lo que
el contacto entre residentes era todo lo estrecho que cada uno quisiera. Cuando
llegué a mi tercer año se dio un paso adelante y los hogares se hicieron
mixtos, alternándose en todos los hogares habitaciones de chicos y de chicas.
En mi hogar, por ejemplo, había 13 chicas y solo 4 chicos, sin que hubiera jamás
ningún problema de convivencia. Esto es totalmente impensable en los colegios
mayores masculinos de Pamplona, donde todo está perfectamente ideado para que
los residentes y las trabajadoras jamás entablen contacto visual, no vaya a ser
que los jóvenes estudiantes se exciten al ver a una señora de 50 años
haciéndole la cama o echando las lentejas en la sopera (que morbo, verdad?).
Como introducción está bien. El
próximo post, vivencias y convivencia en el Cossío: novatadas (con desnudo
integral de este que les escribe), bromas en las habitaciones y demás
tonterías. No se lo pierdan!!
Actualización: Por si alguien desea conocer mi querido Cossío, os dejo el enlace de las instalaciones, con fotos incluidas. Ha cambiado y mejorado brutalmente...si ya era bueno antes, ahora es mejor!! Como me acuerdo de aquellos maravillosos años!!
http://edu.jccm.es/ru/rubcossio/paginas/instalaciones.htm
Actualización: Por si alguien desea conocer mi querido Cossío, os dejo el enlace de las instalaciones, con fotos incluidas. Ha cambiado y mejorado brutalmente...si ya era bueno antes, ahora es mejor!! Como me acuerdo de aquellos maravillosos años!!
http://edu.jccm.es/ru/rubcossio/paginas/instalaciones.htm